Marín celebra su día grande de San Miguel con la tradicional Danza das Espadas. A pesar de las inclemencias meteorológicas, los danzantes salieron a la calle para homenajear al patrón de los marineros y celebrar su fiesta.
Los cuatro grupos de bailarines que habitualmente recorren las calles siguiendo a la procesión bailaron únicamente frente al Templo Nuevo, cancelándose por motivo de la lluvia el paseo del santo por las calles de la villa.
La danza continuó sin embargo con un único grupo en la Praza de España que procedió después a llevar a cabo la ofrenda floral en la Praza do Reloxo.