Marín y el culto protestante

Marín es una villa con mucha presencia de personas de religión protestante. Detrás de lo que se ve en la actualidad existe una historia desconocida por muchos y digna de ser contada
Desde la Iglesia Evangélica se realizan numerosas actividades para gente de todas las edades repartidas a lo largo del año. CEDIDA
photo_camera Desde la Iglesia Evangélica se realizan numerosas actividades para gente de todas las edades repartidas a lo largo del año. CEDIDA

POR todos los marinenses es conocida la importante comunidad evangélica existente en la villa. Sin embargo, pocos son los ajenos a esta rama de la religión que conocen la imponente historia que tiene el protestantismo en Marín, comenzando por una comunidad de apenas 200 personas, que posteriormente fue represaliada durante la Guerra Civil y Franquismo y a la que la Transición Democrática trajo un periodo de aceptación y prosperidad que la acabó convieritiendo en una de las más importantes de Galicia.

Como es sabido por todos, el protestantismo nace en el siglo XVI como una revisión del cristianismo católico tradicional. Sin embargo, no es hasta el 1875 cuando se crea la primera comunidad protestante estable en Galicia. Su acercamiento al territorio cercano a Marín se produjo a través de varias vías. La más destacable fue la de los misioneros de origen inglés que llegaron a Galicia con el objetivo de predicar en zonas deprimidas. De esta forma, el primer contacto de las gentes de Marín con el credo protestante tuvo lugar en marzo de 1882, cuando los misioneros británicos Thomas Blamire y James Wigstone predicaban de forma pública en las calles del pueblo. La atracción de algunos lugareños por sus ideas hizo que el 8 de octubre de ese mismo año se realizasen los primeros bautismos por inmersión. Dicho acto se llevó a cabo en un lugar tan icónico de la ría como la Isla de Tambo, en donde los bautizados fueron Francisco Pais Pesqueira y Josefa Pazos Santos. En los siguientes meses la congregación de la zona fue creciendo de una forma considerable, llegando a un número cercano a las 200 personas, además de ir adquiriendo estabilidad.

El primer contacto de las gentes de Marín con el culto protestante data del año 1882, gracias a unos misioneros ingleses

Thomas Blamire fue su primer dirigente, denominado 'pastor', y a su fallecimiento en 1894 le sucedió en el cargo Cecilio Hoyle, bajo cuyo servicio a la comunidad se construyó el centenario edificio del culto actual, edificado en Marín y ubicado en la Calle Doctor Touriño Gamallo. El edificio se diseñó atendiendo a las diversas necesidades de la comunidad del momento, tanto de organización y desarrollo de la liturgia evangélica como de las necesidades sociales y culturales, utilizando la planta baja como lugar de culto, la primera planta como escuela para niños y el segundo piso como vivienda del pastor. Dicho emplazamiento tuvo un papel de peso en el Marín de la época, debido en gran parte a la labor de alfabetización entre las gente, en todo momento sin distinción de credos.

Entrados ya en el siglo XX, el fenómeno de la inmigración acaecido en las primeras décadas del nuevo siglo hizo que el mensaje de fé promulgado por la Iglesia Evangélica de Marín llegase también a muchos otros lugares de España y de ultramar, así como Argentina, Uruguay, Chile, Cuba, Brasil o Venezuela.

Con el año 1931 y la llegada de la Segunda República, España tuvo su primer periodo de libertad religiosa, en el que la comunidad marinense gozó de un importante desarrollo. Sin embargo, el inicio de la Guerra Civil trajo consigo importantes problemas de expansión y el credo protestante sufrió una represión bastante significativa, ya que gran parte de sus capillas fueron incautadas. Cabe mentar que, en el caso de la localidad marinense, los sublevados intentaron convertir la capilla para el culto en un cuartel, pero no pudieron hacerlo debido a que el edificio había sido registrado como propiedad de una compañía inglesa, la Continental Lads Company. Con el final de la guerra y el comienzo del régimen, la situación no mejoró, ya que Francisco Franco optó por expulsar a los misioneras extrajeros y la persecución y los reproches por parte de los simpatizantes de la dictadura seguían siendo una constante.

A pradeiraDesde 1978 y amparada por bajo la nueva situación política de España, la iglesia evangélica comienza a desarrollar una permanente actividad socio-cultural, cívica y de integración en la sociedad de la región. Dicha labor ha sido valorada y reconocida en numerosas ocasiones por entidades públicas y privadas, tanto del propio municipio como de la provincia, motivo por el cual ha recibido numerosos premios.

Así son las cosas, la comunidad evangélica de Marín ha conseguido ser una de las congregaciones más numerosas de Galicia y una de las más numerosas de España en lo que a asistentes al culto se refiere. Estos datos hacen de Marín un lugar de una inmensa peculiaridad, ya que agrupan, junto con otras dos congregaciones evangélicas, al 10% de la población total del municipio, uno de los índices más altos de España. A ello se refiere el actual pastor de la principal comunidad de Marín, Julio Torres, quien afirma que "en Marín existe un número de gente considerable. No obstante, hay que tener en cuenta no solo a los que nos reunimos en la capilla de la Calle Doctor Touriño Gamallo, sino también a los de las dos otras capillas existentes en Marín, además de la de Seixo". Torres también ha considerado que el estado de la comunidad está en constante crecimiento, a la vez que niega las afirmaciones, cada vez más comunes, de que la religión acabará desapareciendo. "La comunidad está creciendo tanto aquí como en el resto de España. La religión no va quedar para unos nostálgicos, es algo muy importante".

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