Marín despierta con reparaciones de tejados y con el Lago lleno de agua

El fin de la sequía en Castiñeiras es el contrapunto optimista del temporal ▶Una de las viviendas del edificio cuya cubierta voló por los aires está afectada por las filtraciones de agua

Labores de limpieza en un tejado de la calle Ezequiel Massoni. C.NEIRA
photo_camera Labores de limpieza en un tejado de la calle Ezequiel Massoni. C.NEIRA

Numerosos vecinos se apiñaban este lunes al final de la calle Ezequiel Massoni para ver in situ el escenario de la que pudo ser una tragedia mayor de la que fue. El tejado de uno de los edificios voló por los aires a causa de las fuertes ráfagas de viento que trajo consigo Ana y parte de las placas se precipitaron a la acera y la carretera. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, pero los trasteros del inmueble quedaron totalmente al descubierto.

Varios operarios estuvieron el lunes todo el día retirando escombros, afianzando vigas y buscando una solución provisional para tapar las estancias hasta que se pueda reconstruir el tejado. Además, el edificio de enfrente también se vio afectado por las placas que se desprendieron, que rompieron varias cornisas de piedra y cristales de ventanas. Una viga se incrustó en el tejado, creando un agujero en el mismo. Los Bombeiros do Morrazo pasaron este lunes más de media mañana retirando todos estos elementos y asegurando las tejas.

Otra de las infraestructuras que sufrió el azote del temporal fue el pabellón de A Raña, que también perdió una plancha de su cubierta, tal y como ocurrió con otra borrasca del año pasado. Sin embargo, esta vez no afectó a la pista, por lo que solamente están cerradas las escaleras de acceso al tercer piso.

En el Puerto, se levantó la pared de una de las naves que la empresa tiene junto a la terminal de contenedores. Asimismo, la Autoridad Portuaria y la flota de Amare Marín retiraron ramas y árboles de las inmediaciones de los muelles para evitar riesgos en la navegación. Por su parte, la flota del litoral se mantuvo amarrada durante toda la jornada.

Las brigadas municipales trabajaron sin descanso retirando árboles en algunos puntos del rural y del vial de playas.

PAISAJE RECUPERADO. La parte más alegre de la jornada de resaca del temporal la protagonizó el Lago de Castiñeiras, que después de meses luciendo tierra cuarteada por la sequía, por fin recuperó el agua.

El presidente de la CCMM de Santomé, Daniel Rosales, estima que se ha llenado "máis ou menos nun 50% da súa capacidade" y constata que hay lámina de agua en toda la extensión del lago.

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