Marín se emociona con su Danza de Espadas

El baile tradicional en honor a San Miguel contó con 200 danzantes. Carlos Núñez, Cofrade de Honra, y Alfonso Rueda, presidente de honor

La Danza de Espadas, una de las tradiciones más arraigadas de la cultura popular marinense, volvió a brillar este domingo como protagonista indiscutible de los actos de San Miguel.

El baile ancestral, que ya el año pasado superó el parón de la pandemia con una celebración levemente modificada por las condiciones sanitarias, contó este año con todos los elementos que lo rodean: el acto oficial de imposición de espadas de plata y nombramiento de nuevos cofrades, la posterior misa y procesión, y, por supuesto, la danza, a cargo de las agrupaciones del Ateneo Santa Cecilia y del grupo Meigas y Trasgos.

En la parte institucional del acto se dieron cita decenas de personas, en el salón de actos del Concello de Marín y la alcaldesa, María Ramallo, procedió como maestra de ceremonias a la imposición de honores para Carla Santiago do Rosario, Carlos Vidal Corredoira, Gaila Álvarez y Sergio Piñeiro Chazo, quienes recibieron el nombramiento de espada espada de plata tras diez años como danzantes en este evento.

En cuanto a las personas que cuentan desde la celebración con el distintivo de Cofrades Numerarios, éstas son: Aalis Villaverde, Irene Rosales, Juan Antonio Crespo, María Victoria Otero, Jesús Cortegoso, Xiana Castro, Ricardo Manuel Lópes, Yulia Pousada, Martín Herrera, Noemí Rivas, Aitana Benítez y Vera Castro.

Los Cofrades de Honra de 2022 son Jaime Rodríguez Pazos, a quien se le reconoce su aportación y labor en la conservación y difusión de la Danza das Espadas, y Carlos Núñez, elegido para ensalzar los valores del Padroado de Mareantes San Miguel "pola súa contribución á música e cultura galega, levandoa máis aló das nosas fronteiras, así como pola súa colaboración e aportación á Danza das Espadas de Marín".

PRESIDENTE EMÉRITO. En el mismo acto se culminó otro de los acuerdos de la institución: nombrar al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como presidente emérito de la institución. El delegado de la Xunta, Luis López, se encargó de recoger la distinción.

Los actos continuaron con la misa solemne en el Templo Nuevo y, tras la liturgia, se desarrollaron las danzas ancestrales, a cargo de cuatro agrupaciones y unas 200 personas danzantes.

Si en la pandemia esta parte de la celebración se tuvo que trasladar, en este 2022 el exterior de la iglesia volvió a acoger las escenas propias del baile tradicional en un entorno rodeado de público.

También hubo muchedumbre en la procesión, otro de los puntos de la programación que no se pudo celebrar desde 2019 y en las distintas paradas de la misma. El acto concluyó con una ofrenda floral en torno a las 14.00 horas en la iglesia de Santa María del Puerto.

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