Más de cien viviendas de Pardavila tienen deficiente conexión a Internet

Pagan una media de 150 euros por familia por un servicio de 10 gigas, pero a los más afortunados apenas les llega medio ► Después de varias promesas de Teléfonica, única compañía con línea en la parroquia, de que instalará la fibra, ya están "cansados"

Parte de los vecinos afectados por la problemática, reunidos en el local social Juan XXIII de la parroquia. CAROLINA NEIRA
photo_camera Parte de los vecinos afectados por la problemática, reunidos en el local social Juan XXIII de la parroquia. CAROLINA NEIRA

El centro urbano de Marín y la parroquia de Pardavila apenas están a tres kilómetros y medio de distancia. Podría definirse como una zona rural, pero el calificativo no le haría demasiada justicia. Por eso, sus vecinos se refieren a Pardavila como un lugar "semi urbano". A pesar de ello, cuentan con una conexión a Internet tan deficitaria que algunos apenas consiguen tener más de medio gigabyte a través del ADSL.

Todos tienen contratado el servicio con Movistar. "Es la única compañía que tiene línea", aseguran, algo que les ha traído más de un problema a la hora de protestar por una mejora en la instalación.  A estas alturas, en un mundo en el que todo, tanto el ocio como el trabajo, depende de Internet, afirman estar "cansados".

No es la primera vez que la compañía de telecomunicaciones les promete que instalará la ansiada fibra en el área que abarca la parroquia, "pero son promesas que nunca se cumplen". Así las cosas, hace escasos meses, la asociación de vecinos decidió remitir un escrito formal al Concello de Marín, para que ejerza de intermediario con la empresa. Sin embargo, "todavía no nos han dado una respuesta", lamenta Elisa Dopazo, presidenta del colectivo vecinal.

UNA FACTURA REGALADA. Sentados alrededor de una mesa en el local social Juan XXIII, donde la asociación realiza distintas actividades, varios afectados entonan sus quejas con respecto a una conexión a Internet casi inexistente. "Lo peor es que llamamos y no nos hacen ni caso", afirma Juan Carlos Rey.

"En nuestro contrato pone que tenemos contratado ADSL de máxima velocidad", dice con cierta sorna Rosana Rivas, usuaria que en estos momentos está con la red caída a causa de una avería en su antena parabólica, "que después de un mes aún no me han venido a arreglar".

Algo similar ocurrió en el hogar de Meli Otero, donde reportaron una incidencia a través de la aplicación de Movistar que no les fue resuelta hasta pasados 30 días. "Estamos tratando de conseguir una reclamación de la factura", expone Meli. Y es que, independientemente de las averías y de la calidad de la conexión, el gasto que todos los hogares hacen mensualmente a golpe de factura no se reduce ni lo más mínimo.

Prácticamente todos tienen incluido en el paquete de servicios la conexión a Internet, el teléfono fijo de casa, alguna línea móvil y la televisión. En función de las características contratadas, lo que abonan oscila entre los 80 y los casi 200 euros, "sin que nada de lo que estamos pagando funcione".

NI ENTRADAS NI TRÁMITES. Los hogares en los que más se incrementa la factura son aquellos con varios números de teléfono, a los que les doblan la tarifa de datos móviles para poder suplir la ineficacia del ADSL.

Con una conexión tan lenta, todo aquello que normalmente se hace a través de la red, se convierte en una odisea en Pardavila. "El otro día estuve cerca de una hora para coger unas entradas para un evento de mis hijas", apunta un vecino, a lo que Rosana añade que "cada vez que tengo que firmar un contrato electrónicamente, sudo". "No puede ser que las administraciones ahora pidan que hagamos todo a través de Internet teniéndonos así", afirma un tercero.

"Es normal que la gente no venga al rural", denuncia David Pérez, que también depende del ordenador para trabajar. "En ocasiones, me he tenido que ir a Vigo, a la oficina, o tengo que bajar a Marín para hacer algún trámite". Meli Otero, que trabaja en Pontevedra, reconoce que muchas tardes se queda allí "porque sé que no me va a fallar la conexión, tal y como me ocurre en casa". David comprende que a Movistar "no le salga tan rentable la instalación de la fibra aquí como en Marín, pero nosotros no tenemos la culpa de eso, y esta situación nos hace sentir como ciudadanos de segunda».

TAMPOCO LOS DEBERES. Con las nuevas tecnologías cada vez más presentes en el mundo educativo, tener menos de un giga disponible para trabajar en línea hace imposible adaptarse a los nuevos métodos de enseñanza.

La presidenta de la asociación de vecinos advierte de que "el colegio que le corresponde a los niños de Pardavila es el IES Mestre Landín, donde trabajan con tabletas. Es imposible seguirlo, porque aquí es que apenas pueden descargar las tareas". Esto conlleva que al final los padres tengan que disponer de tiempo para acercar a los escolares a la biblioteca marinens, "o tienen que hacerlo todo a través del móvil". Pero no solo los estudiantes de Secundaria se ven afectados. "Yo tengo una familiar que está preparando oposiciones a Correos y no puede trabajar en casa", apunta Francisco Manuel Portela.

Ante la inacción de Movistar y la falta de ese paso al frente que la asociación le pide al Concello, la directiva se está planteando iniciar una recogida de firmas entre los más de cien hogares afectados e interponer a través del Pleno una queja em la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).

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