El Concello de Bueu y la Asociación Cultural de Alfombras de Bueu culminaron este domingo la edición más atípica de la elaboración de las alfombras del Corpus Christie. El colectivo completó la realización de un tapiz de 250 metros cuadrados que, en el centro de Massó sirvió como homenaje a la tradición alfombrística y también a las tres parroquias del municipio. Esta alfombra, pese a no ser la construcción lineal que se realiza tradicionalmente en la villa buenense con motivo del Corpus, requirió del trabajo de unos 70 alfombristas, que fueron turnándose en su participación en los trabajos, que duraron desde las seis de la tarde del sábado hasta las 10.00 horas del domingo. Según la presidenta de la Asociación de Alfombristas de Bueu, Carmen Santos Cidrás, "foron precisas máis de 1.100 horas de traballo para realizar este tapiz".
A pesar de la crisis sanitaria, Bueu, no solo no se quedó sin su alfombra, sino que contó con otra más, en la entrada de la iglesia de San Martiño, y dejó su impronta en dos de las del Corpus de Santiago, pues miembros de la asociación colaboraron con los tapices florales de la iglesia de San Fructuoso y de la de San Francisco en Compostela.
El Concello de Bueu garantizó su cooperación para que esta tradición con más de 100 años de historia y declarada Festa de Interese Turístico de Galicia no necesitase realizar un parón por la crisis sanitaria. Además de turnos de tres o cuatro alfombristas y un espacio en el que fue fácil guardar las distancias sociales, el Concello garantizó la desinfección de la plaza antes y después de la elaboración del gran tapiz floral. "O deseño obrigounos a un traballo moito máis laborioso que se estiveramos ante unha alfombra tradicional, pero todos os alfombristas quedaron satisfeitos porque ao traballar por quendas levárono moito mellor", concluyó la presidenta, que destacó el poder de adaptación que demostró esta tradición y el amor de los buenenses por su arte floral.
