La praza 8 de Marzo acogió a lo largo de toda la semana la cuarta edición de la Mostra de Reis, organizada por la Asociación de Artesanos Gallaecia de Marín, una pequeña entidad de la localidad. Este pequeño mercado es fundamental para la promoción y divulgación de la artesanía gallega, entre otras cosas.
¿En que consiste la Mostra de Reis?
Este es el cuarto año que organizamos la Mostra de Reis aquí en Marín. El Concello nos cede el espacio, la luz y nosotros alquilamos unas carpas para mostrar nuestros productos con la intención de divulgar la artesanía. Somos una pequeña asociación de aquí del pueblo y, al margen de la Mostra, hacemos obradoiros gratuitos paralelamente para los niños, donde ellos puedan expresarse tanto a través del dibujo, con el cuero, el barro o con papiroflexia.
Esta Mostra, tal y como indica el nombre, ¿la enfocan a la venta de productos de cara al día de Reyes?
Sí claro. Todos los años intentamos que la Mostra dure lo mismo, unos siete días, porque no queremos excedernos, 15 días se nos haría mucho, más que nada porque esta actividad la enfocamos efectivamente al día de Reyes, más que a Papá Noel, ya que nosotros somos más tradicionales, de lo de siempre. A parte de los obradoiros y la venta de productos, tuvimos también con nosotros una clown que hizo juegos para los niños, globoflexia...
¿Qué productos suelen ofrecer durante los siete días que están aquí?
A nivel de productos tenemos de todo: cuero, jabones, juguetes, muñecos, papel... Y todos son artesanos, los hacemos nosotros. Todos tenemos el sello de Artesanía de Galicia, registrado por la Xunta. Lo que queremos con esta muestra es expresarnos y que la gente vea lo que podemos hacer y lo que tenemos.
"En Galicia hay mucha gente y muy válida que se dedica a la artesanía y que trabaja en talleres. Ha repuntado el oficio"
¿Cómo surge la idea de montar la Mostra de Reis?
Hace años estaba en otra asociación de artesanos de Marín, pero decidí irme por motivos personales. Entonces yo quería seguir vinculado a eso y, aunque esa asociación ya montaba un mercado de artesanía, cuando creamos la nueva, en el 2015, quisimos hacer algo paralelo pero más enfocado a las fechas de los Reyes Magos. Además, quitando un compañero que hace cosas más para críos, el resto de productos que vendemos están más enfocados a un producto adulto.
Decía que una de sus intenciones era divulgar la artesanía, ¿cree que es una labor que se ha ido perdiendo con los años?
Ahora volvió a repuntar un poco. Hay muchos artesanos y gente trabajando en talleres de artesanía. En Galicia hay mucha gente y muy válida que se dedica a esto. A mí me gusta hacer esto desde hace mucho tiempo.
¿Cómo le surgió ese interés por la artesanía?
Empecé a hacerlo para buscarme la vida, porque la verdad en mi familia nunca hubo nadie que se dedicase a esto. Empezamos a hacer productos entre amigos, fui probando, haciendo... Además me considero autodidacta y empecé todo desde cero. Los diseños y los patrones de todo lo que hago son míos. Con Internet también hay que decir que es mucho más fácil aprender y tienen más soluciones, aunque la artesanía se basa mucho en la prueba y error, hasta que sale. ¿En sus creaciones se inspira en Galicia, en otras culturas o simplemente tira de imaginación? Voy haciendo lo que me gusta. Mis creaciones son libres. Si veo algo o se me ocurre, lo hago. Me lo imagino, tomo medidas en la cabeza y luego hago confecciones en papel. Si me gusta lo desmonto y luego ya hago el patrón definitivo sobre el material que voy a utilizar, que suele ser el cuero.
¿Considera que es dura la vida del artesano?
Bastante, y también es larga (risas). Te quita muchísimo tiempo. Yo tengo otro trabajo, entonces compagino los dos empleos. Salgo de mi otro trabajo a las 17.00 horas y enseguida me pongo con lo otro hasta que me canso. Estoy todos los días, de lunes a lunes. Un artesano no tiene descanso.
¿Cree que la profesión de artesano está infravalorada por la sociedad actual?
Pienso que la gente cree que esto es un mercadillo y que las cosas nos las dan hechas. Aún por encima suelen pensar que nuestros productos son caros, pero claro, yo me pongo a pensar en todas las horas que he estado trabajando en ellos, material, dedicación... Al final lo que vendemos son productos que no se pueden encontrar en cualquier tienda al uso... Creo que eso hay que pagarlo y aquí no hay la cultura de pagar por lo que vale algo, si no al contrario... Mucha gente se queja de los precios y con exigencias. Es cierto que hay personas que valoran la artesanía, pero creo que un 70% no...
"La vida del artesano es dura. Yo, que tengo otro trabajo, estoy todos los días, de lunes a lunes. No tienes descanso"
¿Cree que la venta por Internet a través de grandes plataformas les a perjudicado un poco en ese sentido?
Eso machaca muchísimo. De hecho nosotros organizamos una feria en verano en Marín donde no admitimos reventas ni nada que no sea hecho por uno mismo. Da igual la disciplina, pero tiene que estar hecho por uno mismo. Sería tirar piedras contra nuestro propio tejado. He ido a muchas ferias en las que había puestos a mi lado donde vendían pulseritas de reventa a 1,50 euros y yo no puedo competir contra eso. Yo corto las tiras una a una, las confecciono... Lleva un tiempo y yo necesito recuperar ese proceso... Esa gente al final se vuelve a casa con bastante dinero y yo con dos dedos de frente. Si a ellos se lo pueden comprar a un euro a mí no me lo van a comprar por cuatro.
Además de la feria de verano y la Mostra de Reis, ¿la asociación lleva a cabo otras actividades durante el año?
Normalmente nos centramos en esas dos cosas. Por otra parte, yo individualmente estoy dando un curso de la Deputación de Pontevedra en la Asociación Contra el Cáncer, eso para el invierno esta bien. Luego en verano hago muestras de oficio, pero eso ya por toda Galicia.
¿Cuánto retorno tiene la Mostra de Reis?
En la Mostra de Reis, aunque sí que viene gente y ganas dinero, ganas clientes. Te promocionas. Porque a lo mejor ahora vienen, te preguntan y en un mes te llaman para hacer un encargo. A lo largo del año también lo hacen y realizas otras cosas. Suelo tener varios pedidos.
