Un museo que traspasa las pantallas

El Museo do Videoxogo (Muvi), primer centro dedicado a la historia del sector en España, abre las puertas de su nuevo local en Cangas. Este proyecto, con el que los hermanos Martínez Nieto buscan poner en valor dicha industria desde un enfoque cultural, afronta un nuevo desafío tras haber iniciado su andadura hace más de tres años.
Los hermanos Jacobo y Galo Martínez Nieto, impulsores del Muvi. DP
photo_camera Los hermanos Jacobo y Galo Martínez Nieto, impulsores del Muvi. DP

Los videojuegos siempre fueron su pasión, y cambiar la visión social de ellos se convirtió en un objetivo vital. Desde hace más de 15 años, en las cabezas de los hermanos Jacobo y Galo Martínez Nieto rondaba la idea de poner en marcha un proyecto con el que visibilizar y poner en valor dicho sector. Así nació la Fundación Museo do Videoxogo de Galicia, la primera dedicada en exclusiva a la historia del videojuego, y el propio Muvi, espacio que abrió por primera vez sus puertas en Cangas en el año 2019.

Como un centro de preservación, exposición y experimentación, este se convirtió en el primer museo de España dedicado a dicha industria. Tal y como cuenta uno de los cofundadores, Jacobo Martínez, "existían algunos centros lúdicos, pero no había ningún espacio que dotara al sector de un enfoque cultural".

El primer Muvi se encontraba en un pequeño local de 48 metros cuadrados compartido con una zona de coworking, por lo que el espacio "se acabó quedando corto debido a la potencia y al interés que generó la iniciativa". Por este motivo se decidió redoblar la apuesta y, tras más de un año de trabajo, el museo fue reinaugurado a principios del mes de septiembre en una nueva ubicación, un proceso que sus propios coordinadores consideran "un reinicio y un nuevo desafío".

La 'Habitación de la memoria' del Muvi. DP
La 'Habitación de la memoria' del Muvi. DP

Novedades

Esta reapertura permitió incorporar al nuevo Muvi colecciones que anteriormente se encontraban almacenadas, además de la habilitación de zonas especializadas. Una de ellas es la llamada Área de preservación, donde se acometen restauraciones y se realizan trabajos con electrónica básica, así como con los dispositivos que permiten que los elementos sean interactivos. Este espacio se encuentra abierto al público, aspecto que, en palabras de Martínez, "es una forma de que la gente vea cómo es el día a día del museo, que lo que hay por detrás sea transparente".

Otra de las áreas recién incorporadas al centro es la llamada Habitación de la memoria, una zona ambientada a modo de dormitorio que, tal y como indica Jacobo Martínez, "representa la habitación de cualquier adolescente de los años 80 o 90". Así, en él se pueden encontrar una serie de objetos relacionados con la cultura pop, la literatura, el cine o la tecnología de la época, que permiten "reflexionar sobre la historia de los videojuegos de una forma más transversal, tomando contacto con diversos elementos que formaban parte de la realidad social del momento".

La tercera gran apuesta que permite abordar el nuevo centro es la habilitación de áreas dedicadas en exclusiva a la industria del videojuego en Galicia. En ellas se reúnen más de cien títulos creados en la comunidad gallega a lo largo de los 25 años de historia del sector, actividad que se contextualiza con la historia del videojuego a nivel internacional.

El cambio de local permitió abrir en el Muvi una sala dedicada en exclusiva a visibilizar la industria del videojuego en Galicia

Colecciones

El museo cangués divide sus exposiciones en ocho categorías, en las que se incluyen piezas representantes de los siete tipos de sistemas tecnológicos que sustancian la industria del videojuego. Estos son el universo Arcade, los dispositivos móviles, las consolas portátiles, las consolas de sobremesa, la informática y la microinformática, el juego en la nube y, por último, los dispositivos bidireccionales, que conforman los mandos de control o las gafas de realidad virtual. La octava categoría establecida por la Fundación Muvi supone las piezas que forman parte de la industria del videojuego gallego.

Jacobo Martínez asegura que la totalidad de estas piezas podrían tener un valor económico "superior a los 100.000 euros". No obstante, insiste en que esta cifra no es estática, ya que los expuestos en el museo son elementos que "con el tiempo tienden a revalorizarse".

El público puede manipular e incluso jugar con las más de 50 piezas del Muvi. DP
El público puede manipular e incluso jugar con las más de 50 piezas del Muvi. DP

Uno de los aspectos que caracterizan al Muvi en comparación a otros museos es la posibilidad de manipular los elementos expuestos. Martínez destaca que esta interactividad es "uno de sus puntos fuertes, ya que contamos con más de 50 piezas y dispositivos que se pueden tocar y con los que, por supuesto, se puede jugar".

Objetivos
Superando las expectativas
El proyecto de los hermanos Martínez Nieto, que nació con la intención de visibilizar y reivindicar la importancia de la industria de los videojuegos como una disciplina cultural, encara una nueva etapa, que "hasta el momento está superando todas las expectativas", asegura uno de los cofundadores.

Entre sus objetivos iniciales estaba que en su horario se incluyera un día de la semana de entrada gratuita, decantándose por los sábados por las tardes. El próximo reto para el Muvi será formar parte de la red de Museos de Galicia de la Xunta, cuestión que hasta ahora no resultaba posible debido a las reducidas dimensiones de la sala anterior.

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