"Cuando quise acceder al contenedor me dijeron que era de otra empresa"

El acusado de introducir 22 kilos de cocaína por el Puerto de Marín negó cualquier relación con el alijo y explicó que la droga debió ser ocultada junto a su mercancía sin su conocimiento
El acusado de introducir 22 kilos de cocaína por el Puerto de Marín, de espaldas, durante la vista oral celebrada en la Audiencia Provincial de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera El acusado, de espaldas, durante la vista oral celebrada en la Audiencia Provincial de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

En esta ocasión no parece un caso de manual. El acusado no se escondió (como suelen hacer quienes tienen algo que ocultar) y respondió con claridad a todas las preguntas de la Fiscalía. El empresario de O Salnés defendió no saber nada de los 22 kilos de cocaína que fueron hallados en el contenedor que transportaba la mercancía que él había adquirido, un cargamento de cemento-cola procedente del puerto colombiano de Cartagena de Indias. La Guardia Civil le atribuye la recepción del alijo, por lo que la Fiscalía solicita una condena a nueve años de prisión. Su coartada, sin embargo, parece sólida. Su letrado apuesta por su absolución.

Administrador único de una empresa que había creado unos meses antes del hallazgo de la droga, el acusado dijo que tenía la intención de importar cemento-cola, que pagó, pero "que no gestionó el transporte, algo que hizo, hasta donde yo sé, la empresa de Colombia. Yo compré el contenedor puesto en Marín", dijo.

Sin embargo, tal y como defendió ante la Fiscalía, una tercera empresa apareció a última hora. "Cuando quise acceder al contenedor había otra empresa con sede en Valencia y Bilbao, propietaria del mismo, que me niega el acceso a él. Me dijeron que la mercancía era mía pero el contenedor era de ellos". El procesado aseguró que no le dieron acceso al mismo "hasta que se inspeccionó". Añadió, además, que "Maersk me dijo que no tenía ningún contenedor a mi nombre", lo que le pareció "sospechoso", y confirmó que 20 días después de lo sucedido, la aludida empresa de Valencia volvió a preguntarle por el contenedor. Es preciso indicar que las sustancias estaban ocultas en la propia estructura metálica del mismo, no entre la carga, como suele ser habitual.

El encausado dijo que visitó Colombia previamente "para asegurarme de que la empresa tenía el material para enviarme", por el que pagó 5.030 dólares que aún no ha recuperado.

La Guardia Civil, sin embargo, está convencida de que la droga era suya. El capitán de la Policía Judicial aseguró que la única persona con capacidad para acceder al contenedor era él e indicó que su destino era un lugar próximo a Vilagarcía, a lo que el acusado alegó que el lugar del depósito no era suyo.

El juicio quedó aplazado a la espera del testimonio de uno de los policías que participaron en las investigaciones.