"Nos llamaba gente con coronavirus pidiéndonos ayuda con sus perros"

La Protectora de Animales de O Morrazo tuvo que cambiar su forma de trabajar para adaptarse a las exigencias de la pandemia
Algunos de los perros que se encuentran en la protectora. DP
photo_camera Algunos de los perros que se encuentran en la protectora.

La pandemia no dejó títere con cabeza. Con su llegada, hace ahora un año, la gran mayoría de los sectores han tenido que replantearse su forma de trabajar para poder sobrevivir o, en el caso de las protectoras de animales, para poder ayudar a otros seres vivos a hacerlo.

Como otras muchas, la Protectora de Animales de O Morrazo, que se fundó en Moaña en 1993, ha tenido que cambiar su forma de trabajar para adaptarse a las exigencias de la pandemia. "Se notó bastante y no solo a nivel de adopciones", cuenta Clara, una de las trabajadoras de la protectora.

Al igual que otros refugios, el de O Morrazo, que da servicio a toda la comarca, organizaba paseos con perros que, con las restricciones, tanto del primer confinamiento como las más recientes, tuvieron que replantear por completo. "Nos venía mucha gente de Vigo, Bueu y Cangas. Al no poder desplazarse hasta Moaña, los perros lo notaron muchísimo y estuvieron con más ansiedad al no poder salir tanto. Los sábados, sobre todo, era el día que más gente subía y se acabó notando muchísimo", indica la voluntaria.

Actualmente la protectora cuenta con cerca de 100 perros en adopción, 60 de ellos en el refugio y 40 en casas de acogida 

La forma de trabajar no solo cambió en la organización de los paseos, sino también a la hora de subir a la protectora, que se encuentra en Broullón, en el concello moañés. "Estamos intentando subir de una en una a la protectora para no juntarnos muchos allí. Si alguien quiere subir a traernos pienso, alguna donación o incluso a ver perros, trabajamos con cita previa para organizarnos", explica Clara. Así, ahora que se han retomado los paseos, han tenido que dar citas por tramos de horas para no juntarse demasiadas personas en ellos.

También para realizar los desplazamientos, la protectora sufrió las consecuencias de la pandemia, ya que "tuvimos que pedir certificados por el tema de la movilidad para poder ir al veterinario, porque nosotros no tenemos uno propio. Cuando es una urgencia no tenemos más remedio que movernos para llevarles".

COLABORACIÓN. Debido a las restricciones, la protectora de O Morrazo también tuvo que dejar de celebrar las tradicionales recogidas de pienso que se organizaban a lo largo del año. "No pudimos hacerlas y lo sufrimos bastante. También muchos locales dejaron de colaborar con nosotros en ese sentido al tener que cerrar", explican desde la protectora.

Los Erte y los despidos también perjudicaron indirectamente al refugio morracense, ya que muchos socios y gente que colaboraba con ellos económicamente "te llamaban y te decían que en ese momento no podían ayudarte por su situación. Obviamente es comprensible".

POSITIVOS POR COVID. "Sí que nos llamó mucha gente que había dado positivo pidiéndonos ayuda con sus perros y preguntándonos como hacían para sacarlos a la calle", relata Clara, que precisa que "no tuvimos que atender muchos casos", pero que sí recibieron bastantes llamadas.

"Nosotros nos ofrecíamos con voluntarios que pudiesen acercarse hasta los domicilios para recoger a los perros y para pasearlos. Hubo un caso en Moaña y otro en Cangas", dice. Este último estuvo coordinado entre la propia protectora y la Oficina de Voluntariado del Concello de Cangas.

Con respecto a las adopciones, la pandemia apenas afectó al número de salidas de los perros, aunque sí que hubo muchas que quedaron pendientes. "En lo que va de año casi no tuvimos adopciones, pero sí que durante el verano notamos un aumento", indican desde la protectora, que al año realiza una media de 100 adopciones, aunque "algunos, por desgracia, vuelven a la protectora meses después".

Desde el refugio, además, creen que la pandemia tampoco provocó un aumento en las recogidas de los canes. "Nos coincidieron muchas situaciones que ya se daban antes". A día de hoy, en la protectora cuentan con cerca de 60 perros en adopción y con cerca de 40 en casas de acogida. Los interesados en adoptar algún perro en la protectora de O Morrazo podrán contactar a través de los números 697 52 33 85 y 667 51 96 46.

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