El nuevo colector de la Avenida de Ourense de Marín ya está en funcionamiento

La empresa ejecutora clausuró la antigua Estación da Lonxa y puso en marcha la nueva estación de bombeo
Un momento de la visita de la conselleira Ethel Vázquez al colector el pasado mes de septiembre. J.C.
photo_camera Un momento de la visita de la conselleira Ethel Vázquez al colector el pasado mes de septiembre. J.C.
El nuevo colector de la Avenida de Ourense ya se encuentra en funcionamiento, tras la finalización de la obra el pasado mes de septiembre y después de dos años de duración. Esta fue una actuación de saneamiento imprescindible, con la que se espera mejorar el ecosistema de la ría de Pontevedra. Su ejecución estuvo incluida en un convenio firmado entre el Concello y la Xunta de Galicia, a través del organismo Augas de Galicia, y supuso una inversión de 1.802.130,15 euros.

La instalación del colector derivará las aguas residuales, tanto del municipio como del colector portuario, a la depuradora de Placeres, que se encuentra en fase de ampliación y mejora. Además, la actuación también incluyó la instalación de un tanque de tormentas con una capacidad de 1.500 metros cúbicos. Esta estructura, antes inexistente en el Concello, sirve para la laminación de las aguas pluviales recibidas.

La concelleira de Medio Ambiente, Marián Sanmartín, explicó que la empresa ejecutora de la obra, Copcisa, terminó con la fase final de la obra retirando las bombas que se encontraban en la Estación da Lonxa, dentro del recinto portuario. Esa estación queda oficialmente clausurada y a partir de ahora el saneamiento funcionará a través del nuevo colector.

HUMANIZACIÓN. En estos momentos, la Avenida de Ourense se encuentra en plena transformación. Esta humanización forma parte de la estrategia Marín Dusi y ya lleva parte de su ejecución avanzada, que podrá finalizarse a lo largo de este año.

El proyecto contempla diferentes distribuciones del espacio urbano. En el primer tramo, que comienza en Cantodarea, se está habilitando una acera de dos metros de ancho, una senda peatonal de 3,5 metros y el carril bici, de tres metros.

En el segundo tramo habrá una vía coexistente para los peatones y el carril bici, que tendrá tres metros de ancho. Entre el Concello y la Praza de España, el espacio se distribuirá en 3 metros de acera y 2,5 metros destinado al carril de las bicicletas.

«Trátase dunha humanización integral coa que conseguiremos unha Avenida de Ourense cómoda e sostible para todos», declara la alcaldesa, María Ramallo. También para el medio ambiente, ya que recientemente fue adjudicado un lote específico para la renovación de todo el alumbrado, que pasará a tener tecnología LED, lo que redundará en un importante ahorro energético.

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