La máxima que sustenta que no hay dos realidades iguales puede servir de resumen de lo ocurrido este miércoles en el debate del Pleno de la Corporación marinense, que votó la aprobación definitiva del estudio detalle para la remodelación del paseo Alcalde Blanco y la construcción en él de un nuevo establecimiento hostelero. Mientras que el Gobierno local defiende que esta actuación marcará un punto de inflexión en la conexión del espacio urbano de la localidad con el mar, toda la oposición considera la idea como un nuevo obstáculo para que Marín integre mejor su paisaje en la ría de Pontevedra.
La propia alcaldesa, María Ramallo, fue la encargada de exponer ante los miembros de la Corporación los detalles del estudio preliminar para la redacción del proyecto, que no recibió ninguna alegación durante el tiempo que estuvo a exposición pública. "O que queremos é que o paseo sexa máis atractivo e que se acentúe o seu compoñente natural", explicó la regidora, que centró parte de su intervención en afianzar la idea de que el área a mejorar puede albergar varios usos.
Ramallo adelantó que la cafetería que está previsto construir, cuya concesión será explotada por el propio Concello, tal y como acordó la alcaldesa con la Autoridad Portuaria (dado que los terrenos están en régimen de cesión), tendrá "grandes ventanais" y dos baños. Sin embargo, lo que para la popular es una gran oportunidad para reconciliar a la villa con su fachada litoral, para la portavoz socialista, Luz Santiago, es "una actuación que va a cerrar el pueblo al mar, una ocurrencia de último momento de cara a las próximas elecciones municipales". "El proyecto decepciona, por ser poco imaginativo y por la discontinuidad urbanística que propone, al no contemplar una unión del lugar con la Alameda", defendió Santiago, muy dura en su intervención con la propuesta del Gobierno local
LAS ALTERNATIVAS. Tanto la portavoz del BNG, Lucía Santos, como el concelleiro no adscrito, Alfonso Fernández, lamentaron que no haya un espacio previsto para la construcción de una nave de deportes náuticos, "tan necesaria para Marín", en palabras de Santos. Por su parte, el edil de Marea Marín, Xosé Manuel Dopazo, afirmó que "isto será poñer máis barreiras arquitectónicas ao mar» y añadió que el "escaparate" marítimo de Marín "debería comenzar na Praza de España, que hoxe é un caos".
Una de las dudas que flotaba en el aire con respecto al proyecto tenía que ver con el posible cambio de ubicación de la escultura de Silveiro Rivas que actualmente se encuentra en el paseo, algo sobre lo que la concelleira no adscrita, Pilar Blanco, interpeló a la alcaldesa. Ramallo explicó que la figura "foi creada para ese lugar e aí quedará" y que solo se movería temporalmente durante la ejecución de los trabajos de humanización de la zona.
La máxima responsable del Gobierno local trató de "convencer" a la oposición de que "con este proxecto o espazo vaise potenciar". Con respecto a las críticas recibidas sobre la creación del nuevo local de hostelería, que no fueron pocas por parte de todos los miembros de la oposición, que pusieron muy en duda la viabilidad del mismo, Ramallo se defendió argumentando que "na maioría das zonas portuarias, como en Combarro ou en Portonovo, están proliferando proxectos coma este, centrados no ocio".
A pesar de todo, los populares se quedaron solos y sacaron adelante la aprobación del estudio detalle del proyecto urbanístico con sus votos a favor, los únicos.
