Opromar certificará cada año alrededor de 200 toneladas de merluza negra

La organización de Marín acaba de lanzar una marca de garantía que pone en valor este producto y la cuidada actividad que vienen desarrollando desde hace años tres de sus buques
Ejemplares de merluza con el etiquetado y el código QR. DP
photo_camera Ejemplares de merluza con el etiquetado y el código QR. DP

La Organización de Productores de Pesca del Puerto y Ría de Marín (Opromar) pone en marcha su marca de garantía Merluza Negra de Pesca Responsable, un distintivo que revaloriza este producto y la cuidada actividad que vienen desarrollando desde hace años los buques Carmen e Pilar, Isla de Santa y Virgen de Consolación. Los tres barcos, que forman parte de la asociación marinense, faenan en las aguas del oeste de África.

Opromar calcula que podrá certificar como Merluza Negra Responsable alrededor de 200 toneladas anuales, lo que da cuenta de su implicación con el consumidor y su apuesta por los mayores estándares de calidad y sostenibilidad.

El consumidor de pescado ha empezado a valorar el origen sostenible del producto a la hora de realizar sus compras

Y es que desde hace varios años, el consumidor de pescado ha empezado a valorar el origen sostenible del producto, un condicionante que a la hora de comprar tiene casi el mismo peso que las propiedades nutricionales del mismo. Esta apuesta por el consumo responsable pone en valor a aquellas flotas que siempre han destacado por sus prácticas respetuosas con el medio marino.

La lonja de Cádiz fue la elegida para dar a conocer esta marca a los comerciantes de merluza negra, ya que es en el puerto gaditano donde los barcos de Opromar realizan las descargas de este producto. El evento fue muy aplaudido por el sector de la comercialización y los propios consumidores, ya que el nuevo sello "garantiza la calidad del producto y que su captura se ha realizado bajo las premisas de una pesca responsable social y medioambientalmente". 

REQUISITOS. La marca Merluza Negra de Pesca Responsable permite a los compradores diferenciar el producto. Además está regulada por una especificación técnica sujeta a numerosos requisitos. Su cumplimiento es verificado mediante auditorías externas por una entidad acreditada, que certificará si se dan las condiciones exigidas en el pliego de la marca, tanto en lo referente a la propia actividad pesquera como en los aspectos sociales y de seguridad laboral en los buques. Así, se exigirá el cumplimiento de todos los requisitos medioambientales, de seguridad alimentaria y desarrollo de buenas prácticas en cada uno de estos ámbitos que aseguren la máxima calidad del producto.

Los buques Carmen e Pilar, Isla de Santa y Virgen de Consolación destacan por sus prácticas respetuosas con el mar

ACCIONES. A lo largo del 2020, Opromar ha desarrollado varias acciones para poner en valor sus productos. El pasado mes de julio, a través de la campaña De costa a costa, un viaje sensorial promocionó la propia merluza negra, la bacaladilla y el jurel en las Prazas de Abastos de Pontevedra y Santiago de Compostela.

En octubre, la organización presentó a más de 400 restaurantes sostenibles de España una nueva proteína marina, el mince. Este innovador producto está elaborado con músculo de pescado.

Un código QR en cada merluza
En un producto dirigido a un consumidor preocupado por su origen y tratamiento, Opromar ha querido que sea él mismo el que también pueda certificar su idoneidad. Por eso, mediante el etiquetado individual, el comprador podrá conocer a través del código QR de la etiqueta la procedencia, la embarcación, el arte de pesca y el pescador de la captura, así como los exigentes criterios en el compromiso de la marca con la responsabilidad social, medioambiental y de seguridad alimentaria.

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