Rosa Crespo: "Pinto lo que me entusiasma, es el motivo de mi obra"

La artista marinense destaca la importancia de potenciar la creatividad y luchar contra la tristeza a basede color
Rosa Crespo. CEDIDA
photo_camera Rosa Crespo. CEDIDA

A todo color es como Rosa Crespo imagina todo su universo pictórico en el que el mar y la camelia cobran todo el protagonismo. Haber sido nombrada artista marinense en el año más atípico es un orgullo para ella que mantiene sus raíces de la villa en todas sus obras. Sus cuadros pueden disfrutarse hasta el próximo 13 de octubre en el Museo Manuel Torres, que ya cuenta con un catálogo dedicado a su obra.

¿Cómo se siente al haber sido nombrada la artista marinense del año más atípico?

Estoy muy contenta y orgullosa, es mi tierra y estoy rodeada de amigos y familiares, es bonito. Es una pena porque si fuese un año normal se hubiese hecho una inauguración con mucha gente. Aunque la situación sea difícil, hay que seguir viviendo. Esto que nos puede alegrar un poco, es siempre bueno y estoy encantada de exponer a pesar de la dificultad.

Háblenos de la exposición.

Son unos cuadros que tienen muchísimas horas de trabajo, pero son horas en las que disfruté muchísimo. No me importa el tiempo que invierto porque me encanta hacerlos. Además con la pandemia aumenté muchísimo la producción porque estuve todo el día pintando. En el museo hay 59 cuadros y es un recopilatorio más o menos desde que empecé a pintar, aunque faltan muchos. La gente que pueda ir a verla no se va a aburrir, hay mucha variedad y mucho cambio de una sala a otra. Antón Sobral, que fue mi profesor y es mi amigo, me ayudó en la colocación de los cuadros y los distribuimos en el museo por tipos: bodegones en un sitio, paisajes en otro... También hay otra sala en la que se exponen los resultados de unas horas de trabajo en las que me apetecía hacer algo más lúdico, para jugar, son como experimentos.

"Hacer algo creativo al día debería ser como una obligación . No solo somos máquinas de trabajar y comer"

¿Cómo definiría su estilo?

Mi producción es el realismo porque pinto lo que me entusiasma, ese es el motivo de mi pintura. Veo un paisaje bonito, una puesta de sol, una luz bonita encima de una flor... y es eso lo que pinto, y siempre con mucho color. Le decía a Antón Sobral que había alguna sala del museo que no estaba muy iluminada y él me decía "no te preocupes porque tus cuadros ya iluminan" (risas) porque tienen un colorido muy fuerte.

Además de artista, es profesora, ¿le transmite esa pasión por el color a sus alumnos?

Doy clases desde hace años en Valga, donde vivo, y contagio mi entusiasmo por la pintura a mis alumnos. En sus cuadros se nota mi guía porque tienen unos colores muy fuertes con unas terminaciones muy puntillosas y mucho detalle. Una cosa que me encantó fue que tras la inauguración de la muestra, llevé a toda mi clase a Marín para ver la exposición y disfruté mucho explicándoles mi obra que no conocían al completo y ellos también. Hice de Cicerone por toda la localidad, fuimos a la Escuela Naval, pasamos por todas las playas... Cuando Marín acoge exposiciones en el museo también se enriquece porque hay gente que viene a disfrutar de la muestra y que luego se queda paseando, es bueno para todos.

¿Cómo comenzó en la pintura?

Tenemos una casa de campo donde cultivamos una colección importante de camelias que fueron lo que primero me motivó para pintar cuadros. Mi ilusión era que mi arte representase la realidad y que los Amigos de la Camelia, reconociesen esa flor en concreto. Somos socios fundadores de la Asociación de la Camelia y exponemos nuestras flores en 12 o 13 certámenes que se hacen por toda Galicia. El mar y la camelia son precisamente dos de los motivos más repetidos en su obra, ¿por qué? Cuando vivía en Marín y era pequeña no existían las naves que hay ahora en el muelle y desde mi casa veía todo el Puerto y el mar y se me quedó muy grabado desde entonces. Mi abuelo era armador y aún recuerdo el sonido que emitían los barcos con sus bocinas en los días de niebla para no chocar entre ellos. Adoro el mar. ¿Qué espera que sienta la gente que vaya a ver su obra? Alegría. Que se le ilumine un poco la cara. En esta época que estamos viviendo se nos encoge un poco el corazón cada vez que vemos los telediarios. Es una actividad lúdica y segura, y es un rato agradable en el que la gente no quedará indeferente.

"Espero que a los visitantes se les ilumine un poco la cara al ver la exposición"

A la inauguración de la exposición acudió con una prenda pintada por usted misma, ¿cómo surgió la idea?

Fui a Castellón a acompañar a mi nieta para conocer a unos amigos y cuando estábamos allí fuimos a algunas tiendas locales. En una de ellas encontré un blusón blanco sin ningún tipo de adorno, tan solo un cuello de pico y nada más y cuando lo vi pensé es un lienzo en blanco. Yo ya había pintado en otras ocasiones manteles y alguna blusa y decidí llevármelo para tunearlo. Se lo comenté a la dueña de la boutique y como me quedé con el contacto, le voy a enviar próximamente el vestido con el resultado.

¿Cómo le ha afectado el confinamiento?

Me metí más en la pintura porque me sirve de evasión. Lo pasé mal, como todos, el no tener a los hijos cerca es lo que más me dolió. Afortunadamente estamos todos sanos, que es lo importante. Además se paralizaron las clases de pintura y se me suspendió una exposición que tenía prevista para el Palacete de las Mendozas en Pontevedra.

¿Cree que la cultura es importante en estos momentos?

No hay que dejar de vivir porque lo peor que puede pasar es que nos metamos en casa y no nos relacionemos con la gente. La depresión nos acecha y, con mucha precaución y todas las medidas, debemos seguir viviendo porque además, según dicen, si estás deprimida la enfermedad afecta más fuerte, por lo que tenemos que intentar seguir haciendo cosas aunque siempre pensando en los demás.

¿Cree entonces que es importante mantenerse activo?

Yo estoy siempre en movimiento. A mis amigas siempre les digo que por las mañanas los trabajos, porque son inevitables, pero por la tarde busca un rincón para ser imaginativo y que te de satisfacción. Hacer algo creativo al día debería ser como una obligación. No solo somos máquinas de trabajar y comer, hay que trabajar sí, pero también hay que hacer algo que te de satisfacción personal. En esta época hay que buscar entretenimiento y no poner tanto la tele porque es terrible.

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