Preocupación entre los armadores por la prohibición de los descartes de pesca

Juan Martín afirma que los que dispongan de menos cuota notarán más el impacto de la medida

Un armador buenense antes de salir a faenar. DP
photo_camera Un armador buenense antes de salir a faenar. DP

La Unión Europea todavía no se ha pronunciado al respecto, pero la Asociación de Armadores de Marín reconoce que la prohibición total de los descartes a partir de enero de 2019 afectará negativamente al bolsillo de los armadores de la ría de Pontevedra. Y es que ninguna embarcación podrá devolver al mar el pescado capturado de forma involuntaria por carecer de cuota para esa especie, tener un escaso valor comercial o una talla inferior a la deseada. Todo deberá ser trasladado a puerto y será descontado de las posibilidades de pesca correspondientes a la especie principal.

Los armadores prefieren ser cautos y esperar a las negociaciones de representantes españoles en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea, en el que se está intentando negociar una bolsa de cuotas para evitar que las especies accesorias, es decir, aquellas de escasa relevancia de captura, funcionen como especies de estrangulamiento, esto es, de las que no se dispone de cuota.

El gerente de la Asociación de Armadores de Marín, Juan Marín, indicó que "primero vamos a ver cuál es el resultado del consejo", para después valorar "qué cantidades adicionales se pueden dar a la flota para minimizar el impacto de las que se descartan".

El gerente del colectivo aboga por hacer modificaciones a nivel interno, por parte de las organizaciones nacionales, para flexibilizar el mecanismo de intercambios de cuotas

Tal y como explicó Martín, hay una propuesta de reglamento que permite que se pueda "seguir vertiendo al mar especies sujetas a "taxi cuota" mientras se demuestre que pueden sobrevivir. Son lo que se llama especies de alta supervivencia". En este caso, la ría estaría afectada por dos especies: la cigala y la raya. "Para todas aquellas para las que la Unión Europea fije Total Admisible de Capturas (TAC), la flota está obligada a desembarcar la totalidad de la captura", indicó Martín.

Como los descartes serán descontados de las posibilidades de pesca, los armadores que recibirán mayor impacto serán los que dispongan de menos cuotas, aseguró el gerente del colectivo. "Obviamente -continuó-, de cuanta más cuota disponga el armador en un buque, más posibilidades tendrá de poder seguir descartando. Si tú no dispones de cuota suficiente las posibilidades de descarte serán mucho menores". Así, en el momento que se cubra el TAC, el barco "estará obligado a venirse a puerto con las capturas".

"¿Y si ocurre que las cuotas que hay asignadas están agotadas", se preguntó Martín, a lo que respondió que "se adquieren más posibilidades de pesca a otro operador, o si no el barco ineludiblemente tiene que quedar amarrado a puerto". De esta manera, "obviamente una inactividad implica pérdidas económicas", afirmó. "No lo tenemos cuantificado. Una vez que tengamos los resultados podremos hacer una valoración de la cuantificación que supondría una inactividad a partir de determinada fecha".

Por último, el gerente del colectivo aboga por hacer modificaciones a nivel interno, por parte de las organizaciones nacionales, para flexibilizar el mecanismo de intercambios de cuotas.

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