El problema de los armadores de Marín continúa en la frontera

Piden soluciones urgentes debido a los cortes que se producen desde hace un mes en la carretera que une Marruecos y Mauritania

Uno de los arrastreros marinenses. CEDIDA
photo_camera Uno de los arrastreros marinenses. CEDIDA

Seis barcos marinenses del fresco que faenan en el caladero mauritano sufren desde hace casi un mes las consecuencias de una protesta que comenzó como una revuelta de negociantes por una subida de tasas de la Aduana marroquí. A ella se unieron grupos que defienden el Sáhara occidental. A pesar de que en la última semana los cortes en la carretera que une Marruecos y Mauritania fueron de menor duración que en semanas anteriores, los armadores piden soluciones para garantizar que el pescado que capturen en el caladero mauritano llegue en buenas condiciones a España.

El secretario general de la Confederación Española de Pesca, Cepesca, Javier Garat, asistió este miércoles a la reunión de una comisión mixta hispano-marroquí de profesionales de la pesca en la ciudad de Agadir.

Garat comentó que en el encuentro habló con sus colegas marroquíes de los cortes de tráfico en la frontera que llevan a cabo los protestantes y que hacen que los camiones que trasladan el pescado desde Mauritania al puerto de Algeciras permanezcan parados durante horas o días. "Es un tema muy complicado. Al parecer está relacionado con reivindicaciones por el Sáhara Occidental, por lo que también les afecta a Marruecos y Mauritania", expuso.

Los armadores le piden a Marruecos poder elegir a los tripulantes locales que, por contrato, deben trabajar en sus barcos

El responsable de Cepesca apuntó, sobre la posibilidad de que los buques del fresco vayan a descargar al puerto marroquí de Dahkla, que "el primero que tiene que conceder un permiso para dejar entrar y salir los barcos de sus aguas es Mauritania".

ACTIVIDAD ECONÓMICA. A pesar de que esta cuestión no fue trasladada en primera persona a los ministros, los profesionales del sector pesquero habían realizado previamente gestiones a través de la Secretaría General de Pesca española para que fuese uno de los puntos a tratar en el encuentro bilateral que mantuvieron los ministros homólogos.

Los expertos pesqueros presentes en la cita comentaron posibles soluciones al problema. "Si Mauritania se ofreciese a agilizar los trámites y a permitir el abandono y regreso de sus aguas para ir a descargar al país vecino, lo normal es que Marruecos esté encantado de que descarguen en Dahkla, ya que esto generaría actividad económica", apuntó Garat.

El secretario general de Cepesca participó en la comisión mixta, a la que también asistieron los ministros de Pesca de España y Marruecos, Luis Planas y Aziz Ajanuch. "Creo que ha sido bastante fructífera", indicó.

La solución de urgencia planteada por los armadores deberá ser atendida por Mauritania antes que por Marruecos

La finalidad del encuentro era tratar algunos temas que se podrían mejorar para sacarle el máximo provecho al acuerdo pesquero entre la Unión Europea y el país africano. El primer punto fue la petición a las autoridades presentes de que agilizasen todos los procedimientos que quedan pendientes para su entrada en vigor. Esta llegará cuando lo adopte el Consejo de Ministros de la UE y, posteriormente, lo hagan también sus homólogos marroquíes, el Parlamento y su rey, Mohamed VI.

Entre las peticiones para la Categoría 4 de pesca demersal con arte de arrastre de fondo y palangre de fondo, sección en la que se enmarcan los armadores de Marín, Cepesca solicitó varias mejoras importantes. Entre ellas, la flexibilidad en la elección de los tripulantes locales que cada barco debe llevar para trabajar en un caladero internacional.

LISTA CERRADA. Al igual que ocurre con otros acuerdos de pesca, el marroquí establece que cada buque extranjero que faene en sus aguas debe llevar un porcentaje de tripulantes marroquíes. En este caso, los armadores piden que se les permita elegir libremente a los trabajadores ya que "el Gobierno de Marruecos cuenta con un listado cerrado con marineros que no siempre tienen el perfil adecuado", especifica Garat.

Los armadores marinenses inciden en la necesidad de poder elegir ellos mismos a los tripulantes, como hacen en Mauritania. "Hay casos en los que son personas que no están acostumbradas a trabajar en el mar y otros en los que simplemente no quieren", comenta un portavoz de las empresas de Marín que faenan en aguas marroquíes. En Senegal, por ejemplo, los barcos del fresco de la Categoría 4 deben llevar a un marinero autóctono como observador que es elegido por las empresas. Su función es observar las artes de pesca, las zonas en las que trabajan y contabilizar lo que pescan.

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