La basura marina: la futura materia prima

El Puerto de Marín recuperó 1.000 toneladas de residuos marítimos en 2019. Buscarle un nuevo valor a los desechos, que la actividad humana ha sumergido en los mares, es ahora el principal objetivo de muchas empresas e instituciones y proyectos como el ML Style o el Repesca Plas
Algunos de los residuos que se han recuperado del mar. DAVID FREIRE
photo_camera Algunos de los residuos que se han recuperado del mar. DAVID FREIRE

El plástico ha inundado los hogares de todos los ciudadanos. Desde un simple embalaje para la fruta, hasta partículas microscópicas presentes en los productos de cosmética. Aunque a veces invisible, la huella plástica de cada persona influye de manera negativa en el Medioambiente. En la mano de las familias está cambiar sus hábitos de consumo de cara un futuro más sostenible, pero son muchas las empresas e instituciones que actúan directamente sobre lo que ya no se puede remediar: los residuos.

El Puerto de Marín es una de ellas. Pionero en la gestión de residuos comenzaron en el año 2009 con el primer proyecto a nivel nacional de gestión de basura marina, Nada por la borda. La iniciativa nació de la inquietud de un armador de Bueu que no sabía a dónde llevar los residuos que se encontraba en el mar, explica el director de Sostenibilidad del Puerto, Benito Calviño.

Algunos de los residuos que se han recuperado del mar. DAVID FREIRE

Ahora, 11 años después, continúan con la labor con diversos proyectos medioambientales y no está entre sus planes de futuro dejarlos a un lado. "Es parte de nuestra filosofía", explica. "Queremos conservar lo que tenemos". La sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente está impregnado en la cultura corporativa, explica la responsable de comunicación María Eyo, "se dedican recursos humanos, económicos, tenemos un departamento de sostenibilidad, personal formado...".

Las instalaciones de la rada marinense trabajan desde entonces por mejorar uno de los entornos más perjudicados por la acción del ser humano: el mar. Las aguas saladas han sido conocidas por el gremio de los pescadores durante muchos años como el pañol grande, el almacén de los desechos de los marineros. Esa conciencia ya no se percibe hoy en día, pero el mar acumula según National Geographic un total de ocho millones de toneladas de plástico cada año.

ML STYLE. El Marine Style Litter es uno de los proyectos de gestión de residuos que se encuentra ahora mismo en marcha en la rada. Financiado por Inditex, esta iniciativa pretende potenciar la economía circular y buscar en los desechos marinos materias primas con las que poder elaborar nuevos productos, como ropa o accesorios.

Su funcionamiento gira en torno a la actividad pesquera de los buques de arrastre de la rada, como ocurre con los demás proyectos de gestión de residuos, como el Repesca Plas. Cada dos o tres días los barcos vuelven a Puerto y dejan entre dos y tres sacos de residuos recogidos en el mar.

En total, cada semana llegan a puerto alrededor de 400 kilos de residuos que se han mezclado entre las redes con el pescado. Lo más habitual es basura procedente de la propia actividad pesquera, pero es posible encontrarse desde muñecas hasta gorras o latas de aceite, explica Calviño. La empresa Servicios Cantodarea es la encargada de recoger los sacos del muelle, pesarlos, nombrarlos y trasladarlos a la parcela donde se acumulan.

Algunos de los residuos que se han recuperado del mar. DAVID FREIRE

El Centro Tecnológico del Mar (Cetmar) es el encargado de llevar a cabo una de las tareas más complejas: la separación y catalogación de residuos. Una vez a la semana, dos técnicos acuden a revisar todos los contenidos de las bolsas obtenidas por los buques de pesca y los separan por tipo de producto. La próxima semana se trasladarán estos productos para analizarlos en busca de un futuro como materia prima.

Tan solo un cinco por ciento de los desechos que se recuperan en el mar son revalorizables, explica el director de Sostenibilidad. Buscarle una funcionalidad es el objetivo prioritario actualmente. "Ahora mismo el plástico sobra, no vale nada. Las redes que no están sucias podían valer antes 100 euros la tonelada, o 200, y ahora no te la quieren ni por 20", explica Calviño. Por ello, buscarle otra salida a los plásticos recuperados es el prioridad de la gestión de residuos.

El plástico reciclado no puede emplearse para realizar productos destinados a la alimentación, explica Calviño. La tecnología necesaria para ello está todavía en desarrollo y son muy pocas las empresas que puedan llevarlo a cabo. "El futuro es que haya menos basura en el fondo del mar y poder generar materia prima a partir de ella que permita crear otro tipo de productos". "Hay que continuar investigando".

REPESCA PLAS. Con tres ediciones cumplidas y camino de la cuarta, el Repesca Plas es otro de los proyectos prometedores en el que participan varios puertos españoles, además del marinense. Esta iniciativa, que está coordinada por Aimplas, cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica. El objetivo, al igual que en el ML Style, es revalorizar la basura marina y liberar de residuos las aguas.

Esta actividad no sería posible sin la colaboración de la Asociación de Armadores, a la que pertenecen los barcos que colaboran recogiendo residuos, y de la Organización de Productores Pesqueros del Puerto y Ría de Marín, Opromar, entre otras organizaciones. La labor que realizan estos buques es completamente altruista y a ella le dedican tres o cuatro horas semanales que no les supone un beneficio económico. Sí que obtienen otro tipo de recompensa, explica Calviño, "ellos piensan que todo lo que retiren no lo van a volver a coger".

En el 2019, en el Puerto de Marín se retiraron 1.000 toneladas de residuos marítimos. La cantidad de basura marina no es mayor que antes, explica el director del área de Sostenibilidad. Sin embargo, su visibilidad es cada vez mayor gracias a la implicación año tras año de un mayor número de empresas.

"Las playas están mucho más limpias que antes", comenta Calviño, y es que parte de la concienciación existente hoy en día se ha fomentado a través de la educación. Miles de niños están siendo testigos de la contaminación presente en los mares, pero también los marineros están siendo formados y la sostenibilidad está presente en todo el sector.

"Para el medio ambiente no hay nada bueno", sentencia Calviño. "La esperanza está en hacerlo bien y de manera sostenible". El plástico está presente en todas nuestras actividades y no está entre sus planes desaparecer.

Curiosidades. El 'pañol grande' y sus tesoros
Entre los productos más curiosos que se ha encontrado Benito Calviño en estos 11 años de gestión de basura procedente del antiguamente conocido como pañol grande se encuentran pequeños tesoros. Proceden de todo el mundo y perduran en el tiempo, como una botella de Coca cola de México del 1986. También son habituales los juguetes como las muñecas o los balones de fútbol y enseres tan variados como gorras, palas de plástico o latas de aceite.

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