El Puerto de Marín acaba de convertirse en pionero a nivel español en la utilización de boyas virtuales, una iniciativa que hace más segura la navegación como complemento a los faros y balizas físicos existentes. Se trata de un sistema inapreciable para el ojo humano pero captado por los sistemas informáticos de las embarcaciones que se dirigen a la rada. Así, este proyecto, que ha sido testado con éxito durante meses en la ría de Pontevedra apoyándose en la red AIS de Puertos del Estado, podrá extenderse a partir de ahora a otras radas del país.
La sede de la Autoridad Portuaria acogió ayer una reunión de la Comisión de estudio para la ordenación de la navegación en la ría de Pontevedra, un grupo de trabajo técnico que analizó la implantación provisional de este sistema virtual en aguas pontevedresas. La comisión técnica estuvo presidida por José Benito Suárez Costa, presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y Ría de Pontevedra, y entre sus integrantes participaron, además de otros técnicos de la AP, Capitanía Marítima de Vigo, Distrito Marítimo de Marín, Escuela Naval Militar, Comandancia Naval, CZCS de Finisterre, CCS de Vigo, Consellería de Pesca, Corporación de Prácticos, Escuela Náutica de Bueu, Amare Marín, Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Marín y la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Pontevedra.
Según explican fuentes de la Autoridad Portuaria, hace alrededor de seis meses, la Comisión de estudio para la ordenación de la navegación en la ría de Pontevedra puso en marcha la iniciativa e implantó cuatro boyas virtuales que marcan el canal de entrada y salida para la navegación. Así, fueron ubicadas en puntos estratégicos para ser consultadas por los sistemas electrónicos con los que van equipados los barcos.
A partir de ahí, a través de encuestas a los usuarios, las mismas fuentes explican que se tomaron datos sobre la idoneidad de las ubicaciones, la calidad en la recepción de la señal de las diferentes boyas o la suficiencia o insuficiencia en su número, entre otros datos, con el objetivo de consolidar o rectificar estas posiciones.
La iniciativa, finalmente, fue valorada de forma muy positiva tanto por buques mercantes como pesqueros o embarcaciones de las diferentes administraciones, «al considerar que mejoraba de forma notable la seguridad en la navegación», indican. De este modo, la experiencia está testada para que pueda hacerse extensiva a otros puertos españoles.
