El vigués Enrique S. y el santiagués Rodrigo H. fueron dos de los cuatro individuos detenidos y encarcelados en los días posteriores al apresamiento del primer semisumergible cargado con cocaína en aguas distintas a las americanas. Uno y otro acaban de ser puestos en libertad provisional en virtud de un auto judicial que explica que ya no existen motivos para mantenerles en prisión toda vez que la instrucción está ya prácticamente concluida. Ni uno ni otro tienen posibilidad de destruir pruebas y, por lo tanto, obstruir la acción de la Justicia, y su riesgo de fuga se ha visto claramente reducido, según asegura la titular del juzgado de Cangas en coincidencia con la Fiscalía Antidroga de Pontevedra.
Uno y otro fueron de los primeros en realizar movimientos tendentes a un utópico intento de rescatar a Agustín Á., piloto del narcosubmarino que se hundió en la ría de Aldán en la madrugada del 24 de noviembre de 2019 cargado con más de tres toneladas de cocaína. Uno de ellos, Rodrigo, fue arrestado por la Guardia Civil en la zona de la playa, muy cerca de la vivienda abandonada donde aún se hallaba agazapado el piloto, que huyó de la detención en un primer momento y que acabó siendo arrestado por la Policía Nacional a pocos metros del punto en el que fue aprehendido el batiscafo.
Es cierto que en los recursos presentados por los letrados de los dos excarcelados lo incluyeron entre sus argumentos, pero la jueza tomó la decisión por motivos bien distintos, encajados en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Paralelamente, jueces y fiscales sí señalan su sensibilidad ante la situación derivada del Covid-19, por lo que no se cierran a analizar los casos en los que se puedan acordar libertades.
Sí influye el coronavirus en las comparecencias judiciales de quienes están en libertad provisional, que están suspendidas.
Este auto viene a corroborar la línea argumental defendida por este periódico desde el primer momento, que dejaba claro que las personas detenidas en tierra no formaban parte de organización criminal alguna ni tenían capacidad logística ni operativa para afrontar una descarga. Simplemente eran conocidos de un narco metido en muchos problemas que se vieron envueltos en un asunto que les llevó a la cárcel.
Todos ellos, eso sí, irán a juicio, pues los hechos que cometieron son de una notoria gravedad, en especial por la importancia del alijo que intentó introducir su allegado. No se descarta que en los próximos días sean puestos en libertad los otros dos detenidos en tierra, pero en ningún caso los tres tripulantes.
