Restauran un cuadro pintado por Torres durante la pandemia de 1918

La acción está enmarcada en la conmemoración del Ano Torres que organiza el Concello
La concelleira Itziar Álvarez juanto a Eva Fontoira, la encargada de restaurar el cuadro. DP
photo_camera La concelleira Itziar Álvarez juanto a Eva Fontoira, la encargada de restaurar el cuadro. DP

Hace poco más de un siglo, en 1918, el pintor marinense Manuel Torres pinto Los niños comiendo pasteles de Murillo, un cuadro que el Concello de Marín decidió restaurar para poder exponerlo próximamente en el museo municipal. Esta obra es una pieza única que hasta ahora nunca fue expuesta al público.

La concelleira Itziar Álvarez visitó a la restauradora Eva Fontoira, que es la que se está encargando de trabajar en el cuadro de Torres, para conocer el avance. La especialista indicó que, a pesar de la necesidad de la restauración, el cuadro se encontraba en "bastante bo estado", pero ganará en viveza y luminosidad con el proceso que se le está aplicando.

"Para nós é unha gran nova poder restaurar esta obra do noso artista pictórico de referencia, sobre todo coa enorme carga simbólica que supón que Torres a pintase durante a última pandemia acontecida no noso país, dadas as circunstancias que estamos vivindo", aseguró la edil, que añadió que cosas como estas ayudan a que veamos la cultura el arte "como unha ponte entre os grandes fitos da nosa historia". 

Esta restauración se enmarca en la conmemoración del Ano Torres, que vio su programación totalmente afectada por la pandemia.

HISTORIA. En 1918, la epidemia de la gripe fue una pandemia global que afectó gravemente al municipio marinense, al igual que está sucediendo con la del coronavirus a día de hoy. Durante esa crisis sanitaria, la vida académica y demás sectores quedaron totalmente paralizados. Por aquel entonces, el pintor de Marín Manuel Torres, que era docente, pudo dedicarle más tiempo a la pintura.

José Trasande, director del Colexio San Luíz Gonzaga y capellán del Inmaculada Concepción, animó a Torres en esa tarea proporcionándole todo el material que necesitaba: un caballete, lienzo, pinturas... También Sor Dolores Mosquera, de la Inmaculada, le permitió hacer uso de los materiales que allí había, facilitándole estampas para copiar. Una de ellas fue, precisamente, el cuadro de Murillo, un óleo sobre lienzo de 1917. Sobre esta historia, el Concello realizó un video durante la época del confinamiento.

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