Ribeiras do Morrazo ha puesto a la venta unas 100.000 botellas de vino. Lo ha hecho a través de cuatro bodegas situadas en Vilaboa, Poio, Marín y Redondela que cuentan con las etiquetas pertinentes para poder comercializar estos caldos amparados por la Indicación Xeográfica Protexida (IXP).
El objetivo de esta nueva denominación, que incluye viñedos de ocho municipios (Bueu, Cangas, Marín, Moaña, Poio, Pontevedra, Redondela y Vilaboa), es crear una industria vitivinícola propia. Para ello deberán afrontar un doble reto: que los agricultores inscriban sus viñedos para poder vender la uva y que esta logre los estándares de calidad exigidos por la IXP.
En paralelo a la promoción de estos nuevos vinos, el Grupo de Desenvolvemento Rural Pontevedra-O Morrazo impulsa unos cursos formativos dirigidos a los viticultores. Además de promover el cooperativismo, estas acciones tienen como objetivo que los agricultores adquieran la capacitación profesional suficiente para poder sumarse a esta indicación, que es la número 42 de España y la cuarta de Galicia.
El sector presentó este viernes en rueda de prensa el nuevo etiquetado de los vinos, que solo se pueden elaborar a base de las siguientes variedades: albariña, caíña blanca, godello, loureira, treixadura, blanco legítimo y torrontés, en el caso de los blancos, y brancellao, caíño tinto, pedral, espadeiro, loureiro tinto, mencía y sousón, en el caso de los tintos.
Una botella de tinto puede costar, en bodega, unos cuatro euros, mientras que la de blanco puede alcanzar los siete. Algunos empresarios comercializan ya estos caldos en comunidades como Madrid, Andalucía y País Vasco.
