Santomé presume de sus manzanas

Tras dos años de obligado parón, la parroquia de Santomé de Piñeiro pondrá en valor este fin de semana la calidad de sus manzanas con la celebración de la Festa da Sidra, un evento con más de dos décadas de historia en el que la gastronomía local y el producto autóctono se convierten cada año en los grandes protagonistas
Vecinos realizando tareas de prensado. GONZALO GARCÍA
photo_camera Vecinos realizando tareas de prensado. GONZALO GARCÍA

El orgullo por su producto estrella continúa intacto. Para los vecinos y vecinas de Santomé de Piñeiro, parroquia marinense, ni dos años de pandemia ni las consecuencias de la sequía son suficientes para disipar la ilusión de presumir, durante un fin de semana entero, de la calidad de sus manzanas. La Festa da Sidra regresará este sábado con su 22ª edición para volver a poner a este producto autóctono y a la gastronomía local en lo más alto.

La primera edición de este evento fue celebrada en el año 1998 con el impulso de Julio Riobó, vecino de la zona y fundador de la fiesta. Con su puesta en marcha, la calidad del cultivo de manzanos en la parroquia se vio realzada, logrando además una mayor visibilidad del potencial de sus campos.

(_G4A3848.JPG) MARIN Campo de futbol de Santome de Piñeiro fotos para reportaje sobre Festa da Sidra fotos tambien a Manuel Domingos porque es su ultimo año organizando Van a estar prensando de 4 a 10 Silvia
Manuel Domingos. GONZALO GARCÍA

El éxito de la iniciativa fue tan grande que incluso industrias provenientes de Asturias se interesaron por los frutos marinenses. Durante años, estos fueron recolectados por compañías de dicha comunidad para elaborar la famosa sidra asturiana. Riobó consiguió situar en el mapa a Santomé y a la Festa da Sidra, la que a día de hoy ya es una de las citas gastronómicas más arraigadas de la localidad.

Tras diversos cambios de regencia y catorce años después de su arranque, el vecino Manuel Domingos tomó el mando de la fiesta, que en la actualidad continúa funcionando como reclamo para miles de asistentes. En esta edición el evento cumple veinticuatro años, diez de ellos bajo la organización de Domingos y su esposa, su firme colaboradora.

Ambos coinciden en que se trata de una celebración cuya preparación conlleva "una gran carga de trabajo", motivo por el que el hombre ha decidido que esta sea la última edición que organiza. Tal y como anunció, "para mí será el último año, pero espero que haya relevo porque sería una pena que se pierda una fiesta con tanta tradición".

PREPARATIVOS

Semanas antes de las jornadas festivas la parroquia ya se prepara para el evento. La primera tarea consiste en elaborar productos como membrillo o confitura con una primera tanda de manzanas, a lo que le sigue la recogida de los frutos que serán utilizados para hacer la bebida protagonista: la sidra.

Los trabajos de recolecta, para los que se necesitan hasta 20 colaboradores, son desarrollados durante dos jornadas enteras. Estos recorren las diferentes fincas de la zona, de forma que son los vecinos y vecinas de Santomé los que se encargan de donar las manzanas que crecen en sus terrenos, convirtiéndose así en los únicos proveedores de la fiesta.

Las últimas tareas previas al fin de semana consisten en triturar los frutos, dejarlos reposar durante aproximadamente dos días para que suelten el jugo y, un día antes al comienzo del evento, poner en marcha el prensado. Según explica Domingos, "al tratarse de un producto puro, el zumo que se obtiene se va bebiendo a medida que las manzanas se prensan".

SEQUÍA

La XXII Festa da Sidra llega condicionada por la sequía vivida desde hace unos meses, una situación que refleja consecuencias en el nacimiento y crecimiento de los frutos. Tanto la cantidad como el tamaño de las manzanas se vieron afectados, por lo que las cifras de este año son inferiores a las de ediciones anteriores.

Estas suelen alcanzar los 5.000 kilos de frutas, con las que se producen dos mil litros de zumo. Tal y como cuenta Domingos, "este año contamos con 3.000 kilos de manzanas, un material con el que, como máximo, se pueden elaborar mil litros de sidra".

El obligado parón de dos años a causa de la pandemia también hizo que el resultado de la recolecta se resintiera, ya que muchas de las fincas fueron abandonadas. "Al no trabajarse, el fruto que nace del manzano acaba por secarse, por lo que este no sirve para la elaboración del zumo".

A pesar de todo, las expectativas para la XXII Festa da Sidra "son buenas, la gente tiene ganas de fiesta y este evento es muy reconocido en el municipio", asegura Domingos. La Ruta Cabalar a las 12.00 horas, la carrera "Pinga Pinga" a las 16.00 y una gran verbena amenizada por la Orquestra Magos y Marietta volverán a llenar hoy la parroquia en una cita en la que las manzanas de Santomé serán las grandes protagonistas.

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