La Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Senado de España aprobó este jueves urgir al Gobierno el establecimiento de un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) para la industria naval, que ahora será derivado al Gobierno para su aplicación, con el objetivo de hacerlo a lo largo del 2021.
El acuerdo se adoptó por mayoría de los principales grupos, gracias a una iniciativa de consenso propuesta y negociada por el senador pontevedrés del PP Javier Guerra, que logró introducir el compromiso de que el Perte sea puesto en marcha este mismo año, algo que aceptó finalmente también el PSOE, y que además sea considerado por el Gobierno como un proyecto "de máximo interés".
Este plan estratégico fue suscrito por 15 astilleros, de los que ocho son gallegos -entre ellos el de Marín-, así como por más de 60 empresas auxiliares, además de socios tecnológicos e instituciones de investigación.
Lo Perte forman parte de las manifestaciones de interés que el Gobierno de España plantea a la Unión Europea dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El objetivo de estas iniciativas es identificar las áreas de interés e impulsar proyectos tractores de competitividad y sostenibilidad industrial.
La industria naval de la provincia de Pontevedra registró caídas del 26% en empleo y del 20% en facturación durante el 2020
En el caso concreto del Perte del naval, se contemplan seis líneas tractoras con 21 iniciativas y más de 90 proyectos que se desarrollarán en el periodo 2021-2026. Su puesta en marcha supondría un aumento del 6% en las cifras de negocio del sector, una mejora de la competitividad de en torno a un 20% y un peso en el PIB de unos 3.000 millones de euros. Esto permitiría crear unos 1.700 puestos de trabajo.
MENOS FACTURACIÓN. Este Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica será fundamental para subsanar los daños causados por la pandemia de la covid-19 al sector del naval. La dificultad para cerrar nuevos contratos o la imposibilidad de asistir a ferias internacionales para promocionar la capacidad de la industria tuvieron como consecuencia, según Asime, la caída de un 20% en la facturación del sector naval en la provincia de Pontevedra. Además, el astillero de Marín y el de Vigo, en conjunto, registraron un descenso del 26% en empleo, quedándose en 4.600 puestos de trabajo tras haber perdido cerca de 1.200.
En este contexto, Asime llama a seguir potenciando la reparación naval, una actividad menos cíclica que la construcción, y a apoyar un sector que ha sido tractor en la economía gallega desde hace décadas.
Con respecto a la cartera de pedidos, los astilleros gallegos solo cerraron tres nuevos contratos en el 2020, según el informe sectorial del Ministerio de Industria correspondiente al mes de enero.
