"Un orgullo tremendo". Eso es lo que Matilde de Pazo, más conocida en Marín como Tica, siente al ver en lo que se ha convertido, casi cinco décadas después de su nacimiento, el negocio de su madre. La Administración de Loterías número 1 de la localidad, habitualmente llamada la de Tica en honor a la mujer que la regentó durante 36 años, ya se ha convertido en una referencia de buena suerte entre los marinenses. Esta fama se la ganó a base de trabajo a lo largo de una extensa trayectoria, siendo la más antigua de las cinco administraciones que hay en el municipio, y debido al efecto llamada provocado por las grandes cantidades de dinero repartido en este histórico local.
El 20 de julio de 1973, la madre de Tica, Matilde Salazar, abrió las puertas de una administración de loterías en la Rúa da Ponte, en Marín, que le fue concedida a modo de compensación por su condición de viuda de guerra. Su marido había fallecido en el Crucero Baleares, un buque que se hundió durante la batalla naval de Cabo de Palos en el año 1938, en el transcurso de la Guerra civil española.
Desde la apertura del negocio, ubicado durante sus primeros años de actividad en el local número dos de la misma calle hasta su mudanza al número seis, donde se encuentra actualmente, Tica trabajaba con su madre cada día. Fue en 1980 cuando la mujer, que en aquella época tenía 43 años, tuvo que asumir las riendas de la administración de loterías debido al fallecimiento de Salazar. Aquí dio comienzo una etapa de su vida que abarcó más de tres décadas, hasta su jubilación en el año 2016.
El local quedó en manos del hijo de Tica, que a día de hoy figura como titular, pero es su mujer, Peregrina Pereira, la que se puso al frente desde el principio, que ya llevaba 28 años trabajando en el negocio familiar. "Para mí es como mi hija, y de hecho muchas personas piensan que lo es, porque lleva aquí toda la vida", cuenta Matilde sobre su nuera.
La antigua dueña de la administración asegura sentirse "muy contenta y orgullosa" de la gestión de su hijo y Peregrina en estos siete años. No obstante, mantiene que "para mí es un gran honor que en el cartel siga figurando mi nombre, aunque ahora solamente vengo de vez en cuando para saludar a los clientes, pasar el rato o jugar, una parte de mí sigue estando en este local".
Una de las cosas más especiales de trabajar en una administración de loterías, según cuenta Tica, es "ver la ilusión de los clientes", con los que, asegura, "se acaba forjando una relación de confianza". Peregrina, en la misma línea que su suegra, explica que este es "un oficio de costumbres, cuando viene alguien ya prácticamente sabes lo que quiere, es bonito porque pasan los años y ves que la gente sigue viniendo".
De cara al futuro, Pereira asegura que la intención es "continuar con la administración, nos proporciona seguridad y nunca sabemos cuándo puede hacer falta". Aunque a ella todavía le quedan años de trabajo, a largo plazo será su hija quien herede el negocio. Esto cumpliría la ilusión de Matilde, que no es otra que "mantener la administración en la familia".
Premios
A lo largo de sus casi 50 años de actividad, la buena suerte ha llamado en más de una ocasión a las puertas de la administración de Tica. Solamente en el año 2022, el negocio repartió un total de 454.552 euros entre sus clientes, cifra que tanto Peregrina como Tica lucen orgullosas.
Pero el episodio más importante del local tuvo lugar en agosto de 2021, cuando el Euromillón dejó un premio de un millón de euros en la localidad, siendo el máximo logro de la administración. Once meses antes, el negocio había sellado un boleto de la Primitiva premiado con medio millón.
Entregar premios es la mayor ilusión de ambas, ya que "disfrutamos viendo que a la gente le toca, sobre todo si son vecinos de Marín". No obstante, este éxito ha provocado que sean muchos los turistas que en verano prueban suerte en la de Tica: "No somos Doña Manolita, pero somos Doña Tica".
A pesar de todo, en Tica todavía queda una espinita pendiente: el Gordo de Navidad. Aunque nunca repartió fortuna en este premio, la extitular prevé que "este año viene seguro".
La siguiente en la línea de sucesión, según cuentan, sería la hija de Peregrina y su marido, lo que continuaría este linaje de mujeres, siendo ya la cuarta generación femenina al frente de la administración.
Para Tica esto supone un orgullo, del cual ya presumió durante el acto institucional que se celebró en el Concello de Marín por el 8-M, en el que las homenajeadas fueron precisamente las mujeres al frente de negocios en el municipio.
