Los marineros a bordo del Cobija reciben un pequeño respiro. Tras más de una semana sin comida ni agua con garantías sanitarias, los 31 marineros a bordo, entre los que se encuentra el buenense Pablo Costas, han recibido la noche del pasado jueves víveres y dos médicos a bordo.
Las autoridades yemenís, que retienen al buque y su tripulación desde hace ya más de once meses, han autorizado esta ayuda humanitaria ocho días después de que se agotasen todos los recursos a bordo, ante la situación crítica de uno de los marineros, a los que se suman, según fuentes de la Central Unitaria de Traballadores, al menos otros cinco tripulantes enfermos.
Los dos sanitarios autorizados han accedido al buque con instrumental y medicamentos para tratar a todos los afectados, que padecieron estos últimos días "vómitos, mareos y hasta desmayos" ante la falta de alimento, explican desde la CUT.
Pablo Costas ha insistido en un comunicado desde el propio buque que temen por sus vidas y que continúan sin información o documentación sobre su retención en el puerto de Al Mukallah, propiciada por una acusación de pesca ilegal.
Desde la CUT informan además que este viernes no han vuelto a recibir víveres y que los suministros que les proporcionaron la noche del jueves podrían durar apenas dos días. Hoy volverán a concentrarse frente al Concello de Bueu a las 11.00 horas.
