Una tasa que "no se subirá"

El agua en Marín es un servicio "deficitario" y "mejorable" pero tiene el impuesto más bajo de toda la comarca. La oposición cree que esto cambiará con el arranque del depósito de Pardavila, algo que la alcaldesa niega rotundamente

El depósito de Pardavila que se pondrá en marcha cuando se abra la nueva red de Acuaes. GONZALO GARCÍA
photo_camera El depósito de Pardavila que se pondrá en marcha cuando se abra la nueva red de Acuaes. GONZALO GARCÍA

Municipalización o privatización, he ahí el debate. La forma en la que se gestionan los servicios enfrenta a partidos de uno y otro color en todas las corporaciones, y los argumentos que se arguyen no siempre coinciden cuando la discusión salta de un servicio a otro.

El caso del agua en Marín es ejemplificador. Mientras el Gobierno local aboga por mantener privatizados otro tipo de servicios, como la recogida de basuras, defiende a ultranza su modelo de gestión municipal del agua, a pesar de reconocer que para el Consistorio es deficitario. La razón radica en lo baja que es su tasa en comparación con los concellos aledaños, que en su mayoría tienen su suministro privatizado.

En la comarca, la localidad marinense es la más barata en lo que respecta a la tarifa de consumo mínimo en los hogares, cobrando 0,18 euros por cada metro cúbico. En segundo puesto está Bueu, con 0,19, seguido por Pontevedra, cuya tasa asciende a 0,273 euros por metro cúbico, que en Cangas alcanza los 0,35 euros.

La alcaldesa, María Ramallo, sostiene que, con esta recaudación, el Concello no cubre los gastos de mantenimiento del suministro hidráulico, pero considera que no se puede pedir más dinero a los hogares «después de haber sufrido la crisis económica y con la composición social actual».

Sin embargo, algunas voces de la oposición denuncian que cuando se ponga en marcha el nuevo depósito de Pardavila, construido por Acuaes, el Gobierno local subirá el impuesto del agua. Preguntada por esta cuestión, Ramallo responde tajante: "Desde que nos metimos en esta obra, siempre dijimos que en nuestros planes no está la subida de ninguna ordenanza", argumento que también le sirve para defender la gestión municipal, ya que "privatizar el servicio", declara, "sí que supondría subir la tasa".

Para comprender la desconfianza de la oposición, la defensa del modelo actual del Gobierno local y los problemas que a veces presenta la red hidráulica marinense, es necesario remontarse a la casilla de salida.

MÁS DE UNA FUENTE. Marín gasta más agua de la que tiene. Los manantiales propios no llegan para surtir a toda la población, lo que motivó la firma de un convenio entre la villa marinense y Pontevedra por el cual le compra agua procedente del Lérez. Esta cantidad supone un 30% del gasto en invierno, mientras que en el período estival alcanza hasta un 60% del consumo.

El canon que Marín paga a la capital provincial por hacer captaciones de su río es de 0,183 euros por metro cúbico. Es decir, que la villa lo "vende" a los vecinos por debajo de lo que lo paga. De ahí que Ramallo defina el servicio como «deficitario».

La otra gran fuente de captación hidráulica de Marín es la Escuela Naval Militar. El escaso caudal, que en ocasiones genera episodios de sequía en algunas parroquias, motivó en 2002 la rúbrica de otro convenio de colaboración, esta vez con la institución militar, a través del cual se le cede al Concello una cantidad determinada de agua, que representa cerca de un 20% del consumo del municipio.

Para hacer realidad la ayuda se creó una tubería que une el depósito del centro castrense con el de A Costa, que a su vez se conectó con el de Pedreiras.

LA OBRA DE ACUAES. Por otro lado, Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) financió un macroproyecto de suministro hidráulico del que forman parte Pontevedra, Marín, Vilaboa, Sanxenxo y Poio.

En el municipio morracense se construyó un depósito en Pardavila con el fin de conectarse a la nueva red, cuya puesta en funcionamiento está pendiente de que Pontevedra cierre su nuevo contrato de gestión del agua, según destacan fuentes consultadas.

Cuando la oposición advierte de que la entrada en servicio de esta nueva traída se traducirá en un aumento de la tasa de Marín, se ampara en que será Acuaes la que fije los precios, al ser la entidad que financió la obra y, por tanto, pedirá obtener más beneficios.

Sin embargo, Ramallo explica que "aunque Acuaes nos va a girar unas tarifas nuevas, los concellos tenemos la potestad de decidir si ese aumento lo repercutimos en los vecinos o no".

La regidora insiste en que para el Gobierno local la solución no pasa por subir el recibo, "porque ahora ya estamos sin cubrir el gasto», por lo que «será el Concello el que asuma el coste adicional".

BENEFICIOS DE LO PRIVADO. A pesar de que Ramallo defiende la gestión municipal del agua, considera que su privatización conlleva una serie de ventajas, como la inversión en la mejora de la infraestructura y en su mantenimiento, que suele ser "un requisito que se le exige a la concesionaria del agua en el contrato".

De esa inyección de capital está falto el sistema en Marín, lo que lo hace «manifiestamente mejorable», en palabras de la propia Ramallo. "Con el paso del tiempo atendemos muchas roturas, tenemos los depósitos en un estado regular, y para modernizarlo habría que invertir, pero es verdad que no podemos, no somos capaces de asumirlo con unas tasas tan bajas".

Aún así, aprovecha para «echarle flores» a la brigada municipal de Augas, "que consigue que el servicio sea excelente a pesar de los pocos medios con los que cuenta". Sobre si alguna vez se planteó seriamente la privatización del servicio, Ramallo apunta a que "en varios mandatos ha habido estudios sobre el tema, para tratar de mejorar el servicio", pero ninguno permitía hacerlo sin aumentar el dinero que paga el contribuyente. "Por eso siempre se ha evitado".

Así las cosas, con el compromiso de no tocar la tasa sobre la mesa, el Concello tendrá que empezar a cuadrar cuentas para asumir el sobrecoste que, a todas luces, acarreará la puesta en marcha de la nueva traída.

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