Con la puesta en funcionamiento del nuevo colector de la Avenida de Ourense el pasado año comenzaron los malos olores en Cantodarea. "Estamos acostumbrados a cómo huele cuando baja la marea, pero esto no tiene nada que ver", cuentan algunos de los vecinos afectados desde hace meses y de forma intermitente por esta situación.
Durante la inauguración del paseo el verano pasado, la veciñanza ya había trasladado a las autoridades, tanto locales como de la Xunta, su preocupación por la situación. Ese mismo día, se comunicó que ya estaba en marcha un estudio para detectar el origen del problema. A día de hoy, los vecinos continúan sin respuestas.
"Desde aquellas nos dieron varias excusas, diciendo que era cosa de las mareas e incluso que había un colector fantasma, pero los malos olores comenzaron con la puesta en marcha del nuevo. Si existía uno antiguo, ¿por qué no se retiró cuando se cambió el saneamiento", denuncian los vecinos, que muchos han optado por instalar en sus casas medidores de calidad de aire y de gases, que " se disparan cada poco y eso es una señal de que hay gases tóxicos".
Los afectados describen el olor como "mucho más fuerte e incluso ácido". Las mediciones y estas características preocupan especialmente, ya que muchos vecinos ya "han visto perjudicada su salud", sobre todo la gente con problemas respiratorios y ancianos.
A pesar que desde el Concello de Marín aseguraron "ser conscientes desta queixa" y que ya se ha encargado un estudio a una empresa especializada para conocer el origen del problema, los vecinos exigen "una solución inmediata. No hay histeria colectiva, pero la situación nos preocupa".
Los afectados también aprovecharon la ocasión para denunciar la ubicación del colector: "Parece una venganza que en medio de dos barrios nos pusiesen ese colector". A pesar de todo, cuando se presentó el proyecto no hubo alegaciones en relación a su ubicación.
