Y la verbena regresó a Cantodarea

Tras dos años sin sus tradicionales Festas de San Xosé, el barrio marinense recupera por fin el baile en un evento para 835 personas, marcado por un estricto protocolo de seguridad
photo_camera Las mascarillas y los bailes marcaron este sábado la primera gran verbena de Cantodarea tras la pandemia. RAFA FARIÑA

«No es la verbena tal y como la conocemos, pero estamos caminando poco a poco hacia ella». Así describe el gerente de París de Noia, José Antonio Blas, el espectáculo que anoche convocó a centenares de personas en las Prazas Marqués de Valterra y O Regueiro, en Cantodarea. El barrio marinense recuperó por fin, tras dos años sin sus tradicionales Festas de San Xosé, la que es una de sus tradiciones más arraigadas: el baile en la verbena.

Sin sillas, con medidas un poco más relajadas y, sobre todo, con muchas ganas de recuperar la normalidad. Más de 700 personas habían cruzado la puerta de entrada apenas 15 minutos tras haber dado comienzo a la actuación en el conocido "relleno" marinense con el objetivo de saborear un poco de esas fiestas de pueblo que desde marzo de 2020 se convirtieron en un recuerdo del pasado.

MARiN_ Orquesta Paris de Noia en Cantodarea_

«Queríamos que la gente estuviese de pie y bailando» explica el presidente de la comisión de fiestas de San Xosé de Cantodarea, Morgan Pérez. «La gente está contenta y tenía muchas ganas», recalca, al mismo tiempo que reconoce que entre los que más ansían la recuperación de estos eventos se encuentran los negocios de la zona. «Mucha gente vive de la cultura, los bares, los carruseles, los vendedores de quiosco...» y, entre los más afectados por supuesto, las orquestas.

«No hemos trabajado apenas durante el verano», lamenta Blas, al mismo tiempo que agradece que tanto la comisión como el Concello piensen en ellos a la hora de organizar una fiesta en unas fechas en las que, por lo general, este tipo de eventos comienza a decaer.

«Nos hace muchísima ilusión volver a Cantodarea», donde orquestas como la París de Noia eran habituales cada mes de mayo. Ahora, con un espectáculo centrado en lo visual, con acrobacias y mucho color, retomaron el escenario para disfrutar, por fin, de un público en pie y con un aforo de 835 personas.

Un paso que será el primero, «pero no el último», destaca Morgan, que pone la vista ya en sus próximas Festas de San Xosé con la esperanza de que regresen por fin en 2022. La pandemia les pilló por sorpresa en marzo de 2020 recaudando fondos precisamente para su celebración de mayo, un dinero que quedó a la espera de la ansiada recuperación, que finalmente llegó este septiembre de 2021, año y medio después.

MARiN_ Orquesta Paris de Noia en Cantodarea_

Esta suma, más las aportaciones de la Xunta y del Concello, al que agradecen especialmente la colaboración, ha hecho posible que Cantodarea disfrutase anoche por fin de sus fiestas, marcadas por un control de aforo estricto, pero, sobre todo, por un enorme calor del público.

Y es que la verbena regresó al barrio a lo grande, con centenares de personas en primera fila, y una enorme afluencia de vecinos disfrutando desde las terrazas de los locales próximos. Una noche en la que, por fin, los bailes en pareja, -agarrados y con mascarilla- fueron permitidos, dejando entrever poco a poco la ansiada estampa de la futura nueva normalidad.

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