Accidentado regreso de una sanxenxina desde Ecuador

La UE fletó un vuelo que se averió y salió 24 horas después de Guayaquil, una de las ciudades más golpeadas por el virus Latinoamérica
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photo_camera Guadalupe Gómez Abeledo. CEDIDA

El regreso a Sanxenxo de la gallega Guadalupe Gómez Abeledo, que este jueves embarcó rumbo a París en uno de los vuelos humanitarios que organizando la UE para repatriar a sus ciudadanos, quedará en su memoria y de todos los tripulantes como una pesadilla. El vuelo, organizado para traer a una mayoría de ciudadanos franceses y en el que hay varias decenas de españoles, se tuvo que aplazar 24 horas, después de que parte de los los ciudadanos europeos hubiesen embarcado y realizado un primer trayecto dentro del país, al encontrarse una avería en la rampa del aparato. "O avión é o típico no que vamos todos pegados, e por orientar sobre a idade do aparato, non ten nin televisión nos asentos". El nerviosismo entre los viajeros se extendió al ver que en el mismo iba a ser imposible cumplir las distancias de seguridad y que el aparato debía volver vacío a Quito para su reparación.

La aerolínea buscó un hotel a todos los embarcados en la ciudad de Guayaquil, que es no de los puntos más negros de la crisis de la Covid-19 con cientos de muertos en sus casas y en las calles (que ni siquiera se han podido incluir en las cifras oficiales) y una situación de colapso sanitario. "Eu saín de Esmeraldas, onde había poucos contaxios para voltar a España porque se cre que estes son dos últimos voos de repatriación. Vou facer teletraballo, pois son investigadora nunha universidade, e non entendo como nos embarcan aquí, unha cidade que está en todos os titulares pola cantidade de xente que está morrendo na rúa", explica Guadalupe Gómez. Aunque los pasajeros temieron que la reparación del avión no se llegase a efectuar, dadas sus condiciones, tras pasar la noche en el citado hotel, este jueves consiguieron embarcar a mediodía (sobre las 19.00, hora española) tras largas colas en la entrada del aeropuerto en donde no pudieron guardar distancias mínimas, aunque, eso sí, les desinfectaron a la entrada.

El vuelo, de una 15 horas, servirá para repatriar a 300 personas: unos 170 franceses, varias decenas de españoles, entre los que se encuentra la sanxenxina, investigadora y docente de la Univesidad Técnica Luis Vargas Torres, de la ciudad de Esmeraldas.

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