Acepta casi cinco años de cárcel por maltrato y agresión habitual a su pareja

Los hechos tuvieron lugar en Vilagarcía de Arousa entre los años 2014 y 2018
Exterior de la Audiencia de Pontevedra. ADP
photo_camera Exterior de la Audiencia de Pontevedra. ADP

Un joven ha aceptado ser condenado a 4 años y 9 meses de prisión por maltratar y agredir sexualmente a su pareja, de manera habitual entre los años 2014 y 2018, en Vilagarcía de Arousa. El juicio, que se ha resuelto mediante un acuerdo de conformidad, se ha celebrado este jueves en la Audiencia de Pontevedra y ha sido el primero desde que se decretó el estado de alarma.

El acusado no ha declarado ante el tribunal pero ha reconocido en su integridad los hechos que se le imputaban en el escrito de acusación. En virtud de este acuerdo, la Fiscalía, que inicialmente solicitaba 22 años de cárcel, valora la circunstancia atenuante de drogadicción que provocó que el acusado tuviera "afectadas" sus facultades en el momento de los hechos; y de reparación del daño, tras haber consignado 4.500 euros para indemnizar a la víctima.

El pacto entre las partes fija una pena de 4 años y 6 meses de cárcel por un delito continuado de agresión sexual, tres meses de prisión por un delito de maltrato habitual, 20 días de trabajo a la comunidad por cada uno de los tres delitos de lesiones y una multa de 360 euros por dos delitos de coacciones graves.Además de medidas de alejamiento y prohibición de comunicarse con la víctima, el acusado deberá estar cinco años en libertad vigilada una vez haya salido de prisión.

La defensa del joven ha pedido la suspensión de la condena, petición a la que el fiscal no se ha opuesto "siempre y cuando" cumpla con el programa específico de tratamiento del maltrato y "lleve buena evolución en él y no haya ninguna regresión".

Tampoco le dejaba salir con sus amigos y la golpeaba cada vez que no quería mantener relaciones sexuales

Los hechos que figuraban en el escrito de acusación, ahora reconocidos por el acusado, demostraban que, entre los años 2014 y 2018, "de una manera cada vez más intensa" este insultó y menospreció a su pareja, a la que conoció cuando ambos eran menores de edad. Además, la amedrentaba diciéndole que la iba a agredir o a difundir fotos y videos de ella de contenido sexual, y le propinaba bofetadas, golpes, patadas y tirones de pelo y "con el ánimo de controlarla y someterla a su voluntad" revisaba su teléfono y controlaba sus redes sociales.

Tampoco le dejaba salir con sus amigos y la golpeaba cada vez que no quería mantener relaciones sexuales, lo que llegó a crear en la joven un "temor y miedo constante" hacia su pareja, que acababa cediendo a sus pretensiones por miedo o para que cesasen los golpes.

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