Alberto Varela: "Esta crisis está poniendo de relieve la falta de recursos del sistema sanitario"

La crisis económica derivada de la pandemia provocó que 17.000 personas se viesen obligadas a solicitar ayuda social
por primera vez, y los gobiernos locales tuvieron que realizar un desembolso que asciende a seis millones de euros,
expone el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias. Así las cosas, Alberto Varela reclama un mayor esfuerzo de la administración autonómica.

Alberto Varela mantiene que la salida de la crisis provocada por la pandemia es cosa de todos y asume que las administraciones públicas no deben dejar atrás a ninguna víctima, para lo que reclama más medios económicos y humanos a la Xunta de Galicia y al Gobierno central. 

Alberto Varela. CEDIDARecientemente mantuvo una reunión con la conselleira de Política Social, Fabiola García. ¿Cuáles fueron los resultados? 
Los alcaldes venimos diciendo, desde hace mucho tiempo, que la crisis sanitaria provocada por la pandemia agravó la situación de muchas familias que nunca se habían visto en la situación de tener que acudir a los servicios sociales y tienen que pedir auxilio por primera vez a las administraciones locales. Aproximadamente, son 17.000 las personas las afectadas. Esto provocó que se incrementase notablemente el esfuerzo que ya estaban realizando los concellos en, aproximadamente, unos seis millones de euros. En la reunión con la conselleira, además de hablar de la situación, pedimos retomar la Axenda Social. 

La crisis se prolonga desde hace un año. ¿Qué nuevas consecuencias puede acarrear? 
La soledad que están sufriendo muchas personas es un reto que nos exige ver de qué manera les podemos ayudar. Además, una de las principales preocupaciones que tenemos es el Servizo de Dependencia e de Axuda no Fogar. El esfuerzo que están haciendo los concellos es enorme. La Lei de Dependencia se suponía que iba a ser financiada por el Estado y por las comunidades autónomas. 

El esfuerzo que están haciendo todas las administraciones locales es enorme

En su momento se planteó la posibilidad de crear un fondo destinado a los sectores del comercio y la hostelería, al que aportasen el mismo porcentaje concellos, diputaciones y la Xunta. 
Es una propuesta que nos hizo el clúster de Turismo a las administraciones, siguiendo el modelo de la Comunidad Valenciana. Desde el principio recordamos que en Valencia hace muchos meses que trabajan en esa dirección y aquí no hubo tiempo de diseñarlo. Además, la propuesta no es igual. Allí participan en el fondo las administraciones que aportan y aquí pretendían hacer una bolsa común y que todos los concellos recibiesen, sin importar si habían aportado o no. Esa es una obligación de la Xunta. Los alcaldes y las alcaldesas nos debemos a nuestros concellos. No fue posible llegar a un entendimiento. 

La pandemia está agravando una situación sanitaria, que según la Fegamp ya había sufrido antes un notable deterioro. 
Esta crisis sanitaria está poniendo de relieve la debilidad de nuestro sistema sanitario. La falta de recursos humanos y de inversiones económicas se está notando ahora más que nunca. Es difícil explicarle a nuestros vecinos y vecinas que en estos momentos es casi imposible conseguir una cita presencial en Atención Primaria. Esperemos que esta crisis nos lleve a tomar las decisiones correctas e invertir más en investigación, educación, sanidad y en todos los servicios públicos. En esos apartados no se puede recortar. 

La demanda de prestaciones sociales se incrementó y muchos solicitantes denuncian las largas esperas para que sean atendidas sus peticiones, cuando se encuentran en una situación límite. 
Alguien que recurre pidiendo asistencia social la necesita, en la mayoría de los casos, inmediatamente, y las administraciones no están, en muchos casos, dando la respuesta adecuada. Pasa con la Risga, y por una acreditación de dependencia no pueden tener que aguardar el tiempo que lo hacen. Esto tiene que corregirse poniendo más fondos destinados a las ayudas y dotando a los servicios públicos de más personal, y cualificado, para atender los trámites. 

Si no se dispone de los profesionales, lo va a sufrir el ritmo de vacunación, y hay que tener en cuenta los problemas para su compra

La expectativa de que mejore la situación a corto-medio plazo está asentada en la vacunación masiva. ¿Cree que será factible realizarla en los plazos adecuados con los medios actuales? ¿Entiende que sería preciso usar otras instalaciones, además de los centros de salud, para hacerlo? 
Soy muy cauto en mis opiniones porque a quien le corresponde decir si las decisiones están siendo correctas en materia de vacunación es a las autoridades sanitarias. Evidentemente, si la sanidad no dispone de los profesionales suficientes, lo va a sufrir el ritmo de vacunación. Por otra parte, hay que tener en cuenta las dificultades que nos estamos encontrando a nivel mundial para su adquisición, como sucedió hace meses con los equipos de protección personal. 

¿Qué funciones llevan a cabo los concellos en este apartado? 
Los alcaldes y los concellos estamos haciendo lo que nos piden. Sanidade y Política Social nos solicitaron que les echásemos una mano a través de la Federación Galega de Municipios e Provincias para darles el listado del personal de Axuda no Fogar y están comenzando la vacunación. Lo que tenemos que hacer es ayudar en lo que nos pidan y ser útiles. 

¿Teme que después de un año cunda la desesperación y se entre en una dinámica peligrosa? 
Como alcalde de Vilagarcía noto esa saturación a nivel físico y, sobre todo, anímico. Se nos está pidiendo a la ciudadanía, y estamos solicitando, un gran esfuerzo y la inmensa mayoría está comportándose de una manera ejemplar. No solamente porque esté renunciando a su vida privada y social en muchas ocasiones, sino que también se le piden sacrificios a muchos empresarios pequeños y a los autónomos, al decirles que no pueden trabajar.

La sociedad está a la altura de las circunstancias y tenemos que comprender su cansancio

¿Qué actitud cree que deberían adoptar los gobernantes? 
Tenemos que saber empatizar y comprender el cansancio de la sociedad y saber estar a la altura de las circunstancias, tratando de que en esta crisis no se quede nadie atrás, y para eso debemos echar una mano a quienes más la están sufriendo. 

La responsabilidad, de las instituciones públicas y a nivel individual, genera controversias. 
La obligación del control, evidentemente, nos corresponde a las administraciones locales, pero la mayoría de los concellos tenemos unos medios muy limitados. También digo que esta situación tenemos que revertirla entre todos, porque de otro modo es imposible, y la mayoría cumple escrupulosamente sus obligaciones.

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