La ampliación del tramo que une Sanxenxo con O Grove sigue guardada en el cajón

A pesa de que la Xuta de Galicia anunció en 2008 el desdoblamiento del tramo que une Sanxenxo con O Grove sigue sin hacerse. La Xunta se remite a las zonas de protección medioambiental que afectan al entorno a la hora de explicar la situación
Aspecto que presentaba el vial de alta velocidad el pasado jueves, 15 de agosto, en las inmediaciones de A Lanzada. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Aspecto que presentaba el vial de alta velocidad el pasado jueves, 15 de agosto, en las inmediaciones de A Lanzada. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

EL 22 DE JULIO de 2008, la entonces conselleira de Política Territorial, Obras Pública e Transportes, María Xosé Caride, anunció un compromiso que, más de una década después, sigue sin hacerse realidad. "A Autovía do Salnés terá continuidade ata O Grove", afirmó, bajo la atenta mirada del expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño y de los alcaldes de los municipios más beneficiados por la remodelación del vial de alta velocidad que enlaza Barro con Sanxenxo. El motivo de aquel encuentro, celebrado en Meis, era inaugurar, precisamente la AG 4.1. De la antigua Vía Rápida ya solo quedaban los diez kilómetros que separan la entrada de Sanxenxo con A Lanzada. Entonces parecía cuestión de tiempo que el desdoblamiento se completase al 100%. Hoy, el proyecto continúa guardado en un cajón.

El estado de 'standby' en el que se encuentra esta actuación suele salir a colación verano tras verano, especialmente durante los fines de semana de julio y buena parte del mes de agosto. Es entonces cuando, si las condiciones meteorológicas cumplen con el guión, las retenciones kilométricas se convierten en protagonistas. A los conductores no les queda más remedio que armarse de paciencia para llegar a la playa. No obstante, las víctimas de estos atascos no son solo los veraneantes. También se deben acostumbrar a ellos los vecinos de O Grove que se dirigen a la villa meca o los comerciantes y profesionales que diariamente se ven obligados a utilizar la Vía Rápida do Salnés, que, en estas ocasiones, es "máis lenta ca nunca", como lamenta Antonio Sánchez, uno de los afectados.

Las colas que se producen en dirección a O Grove durante las mañanas y hacia Sanxenxo y Pontevedra a última hora de la tarde no van a servir para desbloquear el proyecto. Esta es la conclusión que se puede extraer de las declaraciones que la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, realizó a principios de agosto, durante una visita realizada a la comarca de O Salnés. La titular del ente autonómico recordó que la principal razón por la que el desdoblamiento no ha acabado por cristalizar tiene que ver con cuestiones relacionadas con protección medioambiental. La existencia de un regato en las inmediaciones imposibilita la puesta a punto de los trabajos. Además, Vázquez también señaló que, aunque la apuesta de la Xunta de Galicia por vertebrar las vías de comunicación "é incuestionable", no se puede olvidar que "a execución deste tipo de obras non pode facerse en base a problemas puntuais que se dan no tráfico, senón que hai que ter en conta máis factores". Este es el caso de la Vía Rápida do Salnés, sobre la que "hai unha planificación", pero esta se encuentra paralizada por completo.

Mientras que Sanxenxo guarda silencio, al Gobierno local de O Grove estas explicaciones no le convencen. "Ese argumento lévasenos trasladando desde que se tomou a decisión de facer a Vía Rápida do Salnés e a posterior autovía. Ninguén con sentido común pode entender que o desdobramento se realizase sen dificultades entre Barro e Sanxenxo e que se paralizase a dez quilómetros do Grove", señala el alcalde, José Antonio Cacabelos. El regidor socialista achaca a la falta de "vontade política" esta situación. Además, recuerda que otros corredores como el de O Morrazo o el de A Barbanza "si se desdobraron", por lo que llega a la conclusión de que "O Grove non existe para a Xunta. Parece que todo acaba en Sanxenxo, como se non houbese nada máis alá".

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