Tres años y siete meses de cárcel por agredir a su hermano a martillazo limpio

La Audiencia explica que el condenado aprovechó un despiste de su allegado para golpearle en la cabeza en un inmueble de O Grove
Audiencia Provincial de Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera Audiencia Provincial de Pontevedra. DAVID FREIRE

Tres años y siete meses de prisión y 6.457 euros de indemnización por las lesiones y las secuelas causadas. Ese es el resumen de la sentencia condenatoria contra un vecino de O Grove juzgado por una brutal agresión cometida contra su hermano, al que, a martillazo limpio, golpeó en la cabeza de forma súbita mientras visitaban un inmueble propiedad de los padres de ambos.

Según el dictamen, los hechos ocurrieron sobre las 16.30 horas del 19 de septiembre de 2017, cuando la víctima solcitó a su hermano ver los pisos del mencionado edificio. El autor de los hechos "accedió a enseñarle el bajo y, en el momento en el que (su hermano) se dio la vuelta y estando de espaldas, con el propósito de menoscabar su integridad física, cogió un martillo que portaba con mango de madera y cabeza octogonal de metal y, de manera inesperada y aprovechando que estaba de espaldas par que no pudiera defenderse, le golpeó con el martillo en la cabeza".

La víctima cayó al suelo golpeándose con el marco de una puerta. Comenzó a sangrar por una brecha, "quedando tendido en el suelo boca arriba", detalla la sentencia, que añade que "con idéntico propósito, el agresor se abalanzó nuevamente sobre la víctima haciendo además de volver a golpearle con algún objeto mientras le decía "así vas a aprender", momento en el que la víctima, para evitar la agresión, apartó con el brazo a su hermano y le empujó, cayendo éste y golpeándose, aprovechando para incorporarse y huir, saliendo del edificio". Ya en el exterior, fue auxiliado por un agente de la Policía Local de O Grove que se hallaba fuera de servicio, que le trasladó a un centro médico.

Fruto de los golpes, la víctima sufrió heridas contusas en la cabeza que debieron ser suturadas, quedándole como secuelas cicatrices en la zona de la cabeza, en el límite con el pelo, según refiere el dictamen.

El juez absolvió al agresor de un delito de homicidio en grado de tentativa.