La Autoridad Portuaria de Marín está muy pendiente del estado del mar. En cuanto las condiciones que presenta la ría sean óptimas, está previsto que dé comienzo la reconstrucción del Faro Picamillo, que servirá para sustituir a la infraestructura que se vino abajo el 3 de febrero de 2017, como consecuencia de las fuertes ráfagas de viento y los golpes de mar provocados por la ciclogénesis explosiva 'Kurt'. Esta fue la incidencia de mayor relevancia que provocó aquel temporal, junto a los desperfectos causados en el paseo de madera de A Lanzada.
Fuentes de la institución con base en la localidad de la península de O Morrazo confirmaron que la firma adjudicataria, Marcor Xove Sociedad Limitada, ya ha iniciado los preparativos para comenzar la obra. Cabe recordar que, aunque la mejora de las condiciones meteorológicas es un hecho desde finales de la semana pasada, a lo largo de los últimos días Meteogalicia llegó a activar la alerta amarilla por olas en buena parte de la costa de la provincia de Pontevedra, un contexto que desaconseja la puesta en marcha de las tareas.
En un primer momento, la AP proyectaba destinar un millón de euros al proyecto. Finalmente, tras revisar todas las ofertas presentadas por diferentes empresas especializadas, la obra fue adjudicada a Marcor Xove por un importe sensiblemente inferior. El presupuesto final asciende a algo más de 869.000 euros, lo que supone una reducción de unos 150.000 euros con respecto al precio de salida inicial. Tal y como consta en el pliego de condiciones, que fue publicado por el Boletín Oficial del Estado (BOE) a finales del año pasado, los trabajos incluyen la construcción de una torre baliza de hormigón armado, formada por un soporte cilíndrico de cimentación sobre el bajo de Picamillo y rematada con forma troncocónica.
La reconstrucción del Faro Picamillo da continuidad a las medidas adoptadas por la AP poco después del temporal
ESTUDIOS PREVIOS. La construcción de un nuevo faro se confirmó hace unos meses, después de que los estudios llevados a cabo por los técnicos de la Autoridad Portuaria en el lugar en el que se encontraba la antigua baliza, a apenas una milla náutica de distancia de la fachada costera de Sanxenxo, confirmarsen la viabilidad del proyecto. Los efectos de 'Kurt' hicieron que la infraestructura se viniene abajo y sus restos acabasen hundidos a varios metros de profundidad. Con el paso del tiempo, algunos clubes de submarinismo tuvieron la oportunidad de "visitar" el emplazamiento en el que descansan los restos del antiguo Picamillo.
La institución responsable de esta estructura es consciente de la necesidad de habilitar una señalización de garantías en esta zona, que se ubica en el acceso norte al estuario pontevedrés. Se trata de un emplazamiento muy transitado por diferentes embarcaciones.
Lo que no ha trascendido es el plazo de ejecución de estos trabajos. La reconstrucción del Faro Picamillo da continuidad a las medidas adoptadas por la AP poco después del temporal.
Entonces, se apostó por habilitar una baliza como fórmula provisional.
