Como sucederá en el entorno de Vista Alegre, la balaustrada situada en las orillas del río de O Con en el entorno de la Praza de Abastos de Vilagarcía también será renovada, en el tramo comprendido entre el puente situado en la Avenida Doutor Tourón y su desembocadura.
En el proyecto del Concello figura la sustitución de las barandillas protectoras por otras fabricadas con acero. El cambio de material permitirá que toda la zona ofrezca una estética similar, además de mejorar la seguridad, porque las actuales presentan evidentes signos de deterioro, reconoce el Gobierno local.
Otra iniciativa que tiene previsto llevar a cabo la Administración local en este entorno son obras en la zona peatonal, y con este objetivo potenciará el sistema de iluminación de la zona verde colindante con el convento de Vista Alegre y próximo a la desembocadura del río de O Con.
Con esta intervención, en la que también tiene cabida la plantación de árboles, el Concello sostiene que el Paseo García Caamaño, que desemboca en la Praza de Abastos, ganará en atractivo. Estas intervenciones figuran en la tercera fase de un ambicioso proyecto de remodelación integral, pero para llevarlas a cabo, el Gobierno local de Vilagarcía deberá recibir la preceptiva autorización sectorial de la Dirección Xeral de Patrimonio.
La primera, cuya adjudicación se producirá en breve, afecta al ámbito del Parque da Xunqueira, mientras que la segunda se centra en el puente de Vista Alegre, y las tres son complementarias de la que está siendo ejecutada en la Praza de Abastos, un edificio en el que fue demolida una parte de la construcción, la que unía el cuerpo central del inmueble con el que está ocupado por las vendedoras de frutas y hortalizas.
De este modo, consiguió dos objetivos. Uno es recuperar la estructura original del edificio, mientras que el segundo consiste en que la zona gane una calle peatonal, que se encuentra entre éste y el de nueva construcción. Esta obra se está realizando después de otra, ejecutada anteriormente, que cambió por completo su estructura interior, dotándola de más luz natural.
Una vez que concluya la obra, solo tendrán acceso al paseo los vehículos de los vendedores que realizan su actividad en la Praza de Abastos, limitándose este permiso a la realización de maniobras de carga y descarga, en un horario restringido. De este modo, el Concello espera evitar la rotura de baldosas provocada por el tráfico. El proyecto se completa con la instalación de nuevos sumideros.