Una jornada más, los bateeiros procedentes de a Illa de Arousa regresaron a sus hogares prácticamente con las manos vacías. Tras una semana pasada llena de altercados contra los percebeiros cangueses de Cabo Home, los arousanos regresaron este lunes a la costa de Cangas para poder recoger la mexilla –la cría del mejillón- para sus bateas, pero volvieron a encontrarse con impedimentos para acceder a las zonas a las zonas rocosas.
En los últimos meses, los bateeiros de la ría de Arousa tuvieron que comenzar a moverse por otras zonas de la costa gallega debido a la escaseza de la cría. Desde hace unas semanas, optaron por acudir a Cabo de Home, pero los percebeiros de la zona explicaron que era arriesgado para la temporada del percebe que se recogiese la cría del mejillón, porque podía dañar a las muestras. Ese problema, causó discrepancias entre ambas partes y llevó a varias situaciones tensas, como el corte de las carreteras con zanjas o árboles, para que los bateeiros de Arousa no pudiesen continuar su camino para trabajar.
Durante la jornada del lunes, los arousanos se encontraron con la intervención de la Guardia Civil, que les prohibió el acceso a Cabo Home por "precaución y para evitar altercados". Del centenar de bateeiros de la zona de Arousa que acudieron a trabajar a la costa canguesa tan solo seis pudieron bajar a recoger la mexilla.
