El final feliz para la historia de la animalista Bea Heyder y sus 33 galgos, cuatro caballos y una cabra está un paso más cerca.
La responsable de La Pradera Beaheyder anunció en sus redes sociales que, tras analizar las cinco ofertas que recibió al saber que tendría que abandonar su actual ubicación, "la más idónea es la de Malpica, en A Coruña".
Heyder acaba de hacer pública su decisión en sus perfiles en las redes sociales para mantener informados a sus seguidores y también para poner en marcha la maquinaria solidaria que necesita, una vez más, para poder cumplir el objetivo de irse.
La animalista debe adelantar dos meses de alquiler más la mensualidad en curso, algo que está fuera del alcance de sus posibilidades económicas
"Es una casa enorme, tiene muchos metros. Tendremos un espacio para cada uno. Tanto para los perros, una gran habitación en la parte baja de la casa, como para los caballos y la distancia suficiente del resto de las viviendas para no molestar a nadie", recalcó.
La animalista destacó que "el dueño de la casa estableció contacto conmigo y conoce nuestra labor, se mostró contento con que la casa pueda tener un uso de nuevo, porque era una casa de campo en la que siempre hubo animales", aclaró. A su vez, Heyder destaca que "estamos muy cerca de Malpica y también de Ponteceso. A nueve kilómetros", por lo que sus hijos no tendrán problemas para ser escolarizados o contar con los servicios básicos.
El proyecto de traslado, sin embargo, tiene un único condicionante: para poder firmar un contrato, la animalista debe adelantar dos meses de alquiler más la mensualidad en curso. Algo que está fuera del alcance de sus posibilidades económicas. Para solventar este nuevo obstáculo, Bea acaba de abrir una cuenta solidaria cooperativa para que quien quiera haga sus donativos. "Yo pago el alquiler mensual, que son 500 euros, pero necesito una cantidad para adelantar de la que no dispongo, por eso hemos iniciado la recaudación", recalca. El sistema es el mismo con el que la activista afronta parte de las necesidades de los animales que custodia. Así, tiene abierta otra recaudación para aliviar la deuda con su veterinario, que supera también los mil euros.
Ba Heyder ha organizado la rifa de una cesta de productos específicos para perros
Bea Heyder indica que "normalmente, no me falta ayuda, tanto de gente de Galicia, en especial en A Coruña, en donde han adoptado a muchos de mis perretes, pero también en distintos puntos de España, en donde he conocido a mucha gente que me apoya y me sigue".
De este modo, La Pradera de Bea Heyder podrá contar con una red solidaria parecida, en líneas generales, a la que en actualidad coopera con la animalista, mediante el envío de pienso y material específico, o mediante la aportación de fondos a sus cuentas solidarias.
Así, la cuenta abierta para esta causa (Santander ES50 0049 6387 2524 1000 3385) ha empezado a recibir ya los primeros donativos.
Además, la animalista ha organizado la rifa de una cesta de productos específicos para perros que funciona de un modo parecido. Los interesados pueden reservar número en su perfil oficial de Facebook y realizar el pago en la correspondiente cuenta. Cada rifa cuesta tres euros y el ganador será el que coincida con las dos últimas cifras del sorteo de la Once del 12 de febrero.
Aunque a su llegada a Meis, acompañada de 16 perros, la activista Bea Heyder contó con muy buena acogida y cooperación vecinal, en los últimos años su relación con el entorno se deterioró, en parte por la beligerancia de Heyder en temas de maltrato animal a caballos, y, en parte, según reconoce ella misma, por la proximidad de su casa actual con otras viviendas y las molestias que pueden generar los animales que acoge. Aunque insiste en que dispone de metros, los 33 canes que cuida viven bajo su mismo techo en esa casa.
El resultado de las tensiones vecinales fue que el propietario decidió no renovar el contrato de alquiler, que vence, oficialmente, el 9 de marzo. La activista quiere tener todo preparado para poder estar en Malpica lo antes posible. Además de ayuda económica, busca voluntarios que quieran cooperar en el traslado y material de obra para realizar un cerramiento en un lateral de la parcela de la vivienda a la que se traslada.
De este modo, los 33 perros necesitarán ser trasladados por turnos hasta el nuevo punto de acogida, algo para lo que no faltan voluntarios. "Pero para los caballos es más complicado, es un transporte especial, y, salvo que también aparezca colaboración, voy a tener que pagarlo", recalca.
Los equinos viajan en remolques especiales, habilitados para uno o dos animales y que solo usan algunos aficionados.
