Heridas de pronóstico grave y un notable sobresalto en el vecindario son las dos consecuencias de un accidente de tráfico registrado durante la mañana de este lunes en Vilagarcía. La víctima del mismo es una mujer suya edad oscila entre 70 y 80 años, que caminaba por la calle Vista Alegre ayudándose con una muleta cuando un camión, que circulaba marcha atrás, la arrolló.
A consecuencia del golpe recibido, la anciana perdió el equilibrio y cayó al suelo. Al no poder protegerse con las manos, sufrió un impacto al golpearse la cabeza contra el suelo de baldosa, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico. Inicialmente, los testigos presenciales se temieron lo peor, pero no llegó a perder el conocimiento.
No tardó en presentarse en el lugar el personal procedente del Punto de Atención Continuada, situado en la calle San Roque, que se encargó de atenderla. A continuación, fue trasladada hasta el Hospital Comarcal do Salnés en una ambulancia del Servizo 061.La víctima es una mujer que vive en la calle Vista Alegre, donde es muy conocida porque trabajó de costurera.
Aunque es el primer accidente grave que se registra en esta calle, lo sucedido no sorprendió a los vecinos que acudieron al lugar para interesarse por lo sucedido. Varios de ellos recordaron que se trata de una vía de carácter peatonal y agregaron que la gravedad del suceso se incrementa porque el camión circulaba marcha atrás.
Por otra parte, denunciaron que resulta bastante habitual que los conductores no respeten la prohibición de circular por una calle acondicionada recientemente a la que solo tienen acceso los propietarios de los garajes situados en ella, condición que no cumplía el conductor del camión, que se dirigía a recoger material a un establecimiento de suministros destinados a cuartos de baño.
Otra cuestión que pusieron de relieve es que los martes y los sábados, días en los que se celebra el mercadillo en Vilagarcía, una parte de los vendedores que acuden al mismo usan la calle Vista Alegre para evitar tener que dar un rodeo.
Esta práctica se convirtió en habitual por la ausencia de agentes de la Policía Local y su falta de civismo, subrayaron, y pone en peligro la integridad de varias decenas de alumnos que acuden a las clases en el Colegio Filipense, situado en esta vía.
