Casa Román se plantea "liquidar en verano" tras cancelar sus pedidos

No abrirá en Semana Santa porque las restricciones impiden atender en el interior: "Ya no me sale rentable. Estamos tirando de ahorros personales para mantener el restaurante", afirma el dueño
Terraza del restaurante Casa Román de Sanxenxo. GONZALO GARCÍA
photo_camera Terraza del restaurante Casa Román de Sanxenxo. GONZALO GARCÍA

El conocido restaurante sanxenxino Casa Román ha sido uno de los establecimientos más afectados por el cambio de nivel de restricciones, que imposibilitan la apertura en el interior, y que este miércoles tomaba la decisión de no abrir sus puertas en Semana Santa, en contra de las previsiones de su responsable, Guillermo Tacón, que ha asegurado que "tuve que cancelar los pedidos con los proveedores, porque ahora abrir ya no me sale rentable. Estamos tirando de ahorros personales para mantener el restaurante, pero si en verano no se trabaja bien, tendré que liquidar la empresa y echar el cierre", lamentó.

El empresario, que se "agarra al verano" explicó que tampoco podrá dar trabajo a las cinco personas que planeaba contratar para la Semana Santa, una plantilla que en años anteriores superaba los 10 empleados. "Las ayudas que recibí son de 4.000 euros, parece que se ríen de nosotros. Que no te dejen trabajar es una frustración, pierdes la ilusión. Venden que la hostelería es el foco de la infección, cuando en Madrid están abiertos, y la gente lo que hace es reunirse en las casas. Preferiría que nos apoyaran económicamente aunque tuviéramos que esperar hasta junio para abrir, y no abrir y cerrar sucesivamente, porque así el negocio no arranca. Soy joven y quiero trabajar, pero tengo que ver la viabilidad del negocio", dijo.

En el caso del hotel, del que es responsable Alba Tacón, permanecerá abierto, si bien el restaurante y la cafetería no lo harán hasta el verano, según las previsiones.

A MEDIO GAS. Resignación e incluso esperanza se respiraba en otros establecimientos como O Barco y Restaurante Fidel. En el caso del primero, su responsable, Ricardo Alarcón, confirmó que el restaurante se mantendrá abierto durante la Semana Santa con el aforo del 50% en la terraza. "Neste sentido temos máis facilidade, porque o restaurante levámolo entre a familia e non dependemos de contratar persoal". A pesar de esto, Alarcón estimó ventas del 20% con respecto al total del aforo del local, con capacidad para 64 personas en el exterior y 90 en el interior.

"Poderei contar só con nove mesas en todo o local, a metade das que teño na terraza", explicó el propietario, "mentres que das 30 que temos no interior do local estarán todas inutilizadas". Para él, el descenso de las ventas será significativo. "Temos todo o material encargado para unha Semana Santa na que pensabamos que poderiamos abrir dentro, e non imos utilizar nin a metade", aseguró.

En el caso de Fidel Bouzada, que regenta el conocido Restaurante Fidel, dentro del grupo de establecimientos al que también pertenecen otros dos hoteles y el hotel-restaurante O Son do Mar, también mantiene la previsión de apertura para Semana Santa. "Xa tivemos algunha cancelación nos hoteis, o mesmo martes pola noite, cando se anunciaron as restriccións, dúas instantáneas, e ao día seguinte máis", explicó.

"Por sorte, a nós o restaurante vainos ben e conseguimos sacar a mercadoría dende que abrimos a domicilio en febreiro, pero calquera pode ter moitos problemas para abrir. Se tes un só turno de comida é moi difícil que saia rentable. O clima é tristón", aseguró.

A pesar de ello, no pierde la esperanza: "Non é fácil, pero non debemos caer no fatalismo. A xente pode seguir vindo, e sería importante lembrar que, cunha reserva nun hotel, si que poden cear alí, por exemplo. Moita xente botouse atrás en canto soubo o do cambio de nivel, e para nós tamén é un cambio moi radical, porque é difícil conseguir dun día para outro a traballadores entrenados para traballar nestes establecementos, se non hai continuidade. Aínda así hai que manter a esperanza".

Comentarios