La vivienda en ruinas situada en pleno núcleo del lugar de Arra, en la parroquia de Adina, parece tener al fin las horas contadas. El Concello de Sanxenxo anunció este jueves que, salvo sorpresa de última hora, será este viernes cuando se inicien los trabajos de demolición del vetusto inmueble, que permanece deshabitado desde hace varias décadas y cuyo perímetro tuvo que ser vallado por la Policía Local y el Servizo de Emerxencias hace menos de un mes, después de que produjesen desprendimientos de la fachada.
Según explicaron fuentes del Gobierno municipal, finalmente no será necesario que el Ayuntamiento tenga que actuar de forma subsidiaria, tal y como se había valorado en un primer momento, sino que serán los responsables de la vivienda los que, finalmente, se harán cargo de la actuación, cuyo plazo es una incógnita. La entrada en escena de la piqueta también permitirá que se vuelva a permitir la circulación por el vial que atraviesa el núcleo del barrio. En este sentido, no hay que olvidar que las autoridades locales optaron por desviar el tráfico después de haber vallado la zona, con el objetivo de garantizar la seguridad de viandantes y conductores mientras el inmueble no era derruido. Este cierre temporal provocó cierto malestar entre algunos residentes, si bien la medida estaba más que justificada.
La caída de los escombros de la fachada se produjo el pasado 10 de septiembre. Posteriormente, el Concello de Sanxenxo decidió otorgar un plazo prudencial a los propietarios para que iniciasen los trámites burocráticos pertinentes, de cara a contratar a una empresa especializada para ejecutar la actuación.
GRIETA PREOCUPANTE. Hasta ahora, el mayor motivo de preocupación sobre el estado de la vivienda era la aparición de una grieta de grandes dimensiones, que atravesaba buena parte de una de las paredes. Además, parte de la cubierta se vino abajo en su momento, debido, probablemente, a las inclemencias meteorológicas.
Según explican los vecinos, el deterioro de la antigua vivienda se aceleró de forma notable durante los últimos cinco años, hasta alcanzar un estado de ruina que imposibilita por completo su rehabilitación.
