El kiosco de la Praza Pública de Vilalonga tiene los días contados. La empresa encargada de su demolición inició los trabajos previos para proceder a su derribo. La presencia de uralita con amianto en el tejado obliga a realizar parte del derribo de forma manual y a la colocación de un vallado perimetral. Una firma especializada realizará esta labor el día 5. A principios de la próxima semana comenzará el derribo de la estructura y la retirada del escombro.
Mientras se última la salida del kiosco de la fachada frontal de la Praza Pública, el Concello indica que el proyecto de humanización del entorno, destinado a revitalizar el centro de Vilalonga.
La arquitecta Irene Campo es la encargada de la redacción de la reforma que permitirá aprovechar los 4.388 metros cuadrados de superficie para la convivencia y disfrute de los vecinos.
La idea del Gobierno local es potenciar la zona de juego infantil, que se encuentra en una de las esquinas de la plaza, y reservar una superficie de aproximadamente 3.000 metros cuadrados como espacio polivalente. Además, quiere reforzar el arbolado de la alameda con más especies que permitan dotar la plaza de más y mejores zonas de sombra.
La remodelación llegará después de un largo proceso ya que la plaza cambió a titularidad pública en noviembre de 2019, tras un acuerdo entre el alcalde, Telmo Martín, y la familia Campo para lapresentación de una demanda sobre su propiedad, que estaba registrada a nombre de la familia.
El Concello hizo efectiva la compra del kiosco tras abonar al propietario 39.703 euros, una tasación realizada por los 75 metros cuadrados del inmueble.