La inspección realizada por los técnicos municipales a la vivienda abandonada que se encuentra en pleno corazón del lugar de Arra, en la parroquia de Adina, ha confirmado los peores temores del Concello y de buena parte de los vecinos del entorno. El estado del inmueble es tan malo que existe peligro real de que en algún momento se venga abajo. Para evitar males mayores, la Administración local se ha puesto manos a la obra.
El Gobierno local confirmó este miércoles que ya se ha reunido con los propietarios de la vivienda para informarles de la necesidad de que asuman este derribo. En caso contrario, será el propio Ayuntamiento el que actúe de forma subsidiaria para, posteriormente, exigir el pago de los gastos a los dueños. Aunque de momento no se manejan fechas concretas, la intención del Concello es acometer cuanto antes los trabajos. En todo caso, fuentes del Consistorio aseguran que darán un tiempo prudencial a los propietarios para que inicien los trámites burocráticos pertinentes y contraten a una empresa especializada para ejecutar la actuación.
La vivienda lleva varias décadas abandonada, tal y como aseguran algunos vecinos. Basta con echar un vistazo a la fachada exterior para comprobar el deterioro de la infraestructura. El mayor motivo de preocupación es una enorme grieta que atraviesa buena parte de una de las paredes. Además, el tejado también se vino abajo. En este sentido, los residentes recuerdan que hace más de dos años ya fue necesario efectuar una limpieza en el entorno, después de que cayesen en la calle varios cascotes.
señalización. Cabe recordar que el Servizo Municipal de Emerxencias precintó el pasado martes el entorno del inmueble, además de proceder al corte temporal del vial que une Arra con O Catadoiro en este tramo, por razones de seguridad.
En la jornada del miércoles, una vez finalizada la inspección llevada a cabo por los técnicos municipales, se procedió a reforzar la señalización. Así, se amplió el margen para evitar que los conductores no sean conscientes del corte de tráfico hasta llegar a la altura de la vivienda.
Asimismo, también se procedió a instalar un vallado perimetral alrededor del inmueble.
Aunque no es una situación habitual, sí existen precedentes en el municipio en lo que a demoliciones de ruinas se refiere. Una de las últimas actuaciones similares se produjo en la parroquia de Noalla en 2016. Fue entonces cuando se procedió al derribo de las ruinas del antiguo cuartel de la Guardia Civil, que llevaba décadas abandonado.
Historia. Una ruina que permanece inhabitada desde hace más de dos décadas
La intención del Concello de agilizar el derribo del inmueble no ha dejado indiferente a los vecinos, que coinciden a la hora de señalar que la vivienda permanece abandonada desde hace más de dos décadas, como mínimo. De hecho, un residente recuerda que la antigua Asociación de Vecinos impulsó a finales de los años 90 una pequeña remodelación de un local anexo al inmueble, en cuya parte alta residía uno de los propietarios.
Por su parte, la planta baja fue utilizada por el propio colectivo como sede. No obstante, hace ya tiempo que permanece en desuso.
El deterioro de la infraestructura se ha acelerado en el último lustro
