Cortegada, en ruta del vino africano

La Universidade de Vigo determinó que un ánfora romana hallada por un vecino de Carril fue fabricada entre Túnez y Libia
Fragmentos de la pieza cerámica recuperada a la altura de la desembocadura del río Ulla. DP
photo_camera Fragmentos de la pieza cerámica recuperada a la altura de la desembocadura del río Ulla. DP

Un ánfora de la época romana hallada recientemente en las inmediaciones de la isla de Cortegada (Vilagarcía) es un vestigio que data de entre los siglos I de la época anterior y la recta final del primero de la actual. Es de tipo Dressel 2-4.

La pieza, de la que se conserva la parte superior, la base y la boca, pero no las asas, fue guardada por un vecino de Carril, que decidió entregarla al Parque Nacional das Illas Atlánticas, que la puso en manos de la Universidade de Vigo para su estudio y análisis.

Esta acción hizo posible la identificación de la pieza cerámica, que no es la primera hallada en el entorno de Cortegada y viene a ratificar que la isla se encuentra en una ruta de navegación comercial usada por los romanos.

El trabajo de los investigadores permitió determinar que fue fabricada en un taller alfarero situado en el norte de África, entre Túnez y Libia, y que probablemente fue usada para transportar vino, como demuestra su interior recubierto de resina.

Se trata de la primera de este tipo fabricada en África y documentada en territorio gallego, donde las piezas de este tipo más habituales son las procedentes del golfo de Nápoles, y que servían para exportar el vino de Campania.

"Cómpre subliñar que a identificación nestes casos adoita ser difícil, non tanto á hora de determinar a tipoloxía, senón máis ben o seu lugar de produción, dado que a pasta cerámica da que están feitas adoita estar moi modificada tras pasar séculos mergulladas no océano", señalan los arqueólogos de la Universidade de Vigo.

En este caso fue posible establecer con seguridad el tipo y el lugar de procedencia, dos datos muy importantes para reconstruir la ruta y el producto que llegó a las costas gallegas en época romana.

Este hallazgo refuerza la importancia de Cortegada en la época romana, que impulsó varias actuaciones arqueológicas, especialmente en el entorno de Punta Fradiño.

El objetivo, no alcanzado todavía, fue localizar un pecio romano de cuyo cargamento se recuperaron ánforas y otras cerámicas por parte de pescadores, buzos y en intervenciones arqueológicas, como la llevada a cabo en los años 80 del siglo XX por el Museo de Pontevedra y la Comandancia Militar de Marina de Vilargacía y cuyos hallazgos están depositados en el Museo Provincial.

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