El viejo cuartel de la Guardia Civil de Noalla, símbolo del feísmo en la parroquia durante décadas, está a punto de desaparecer definitivamente. Después de los preparativos previos, el propietario de la parcela en la que se ubica la vieja infraestructura inició el lunes las tareas de derribo de la vetusta vivienda, cuya construcción data del año 1900 aproximadamente.
Para permitir que la piqueta pueda hacer su trabajo, ha sido necesario organizar un dispositivo de seguridad en torno al perímetro del deteriorado inmueble. Así, tal y como explica el Concello de Sanxenxo, durante estos días permanece cortada la circulación parcialmente en las inmediaciones. La medida afecta fundamentalmente a la carretera que conecta la parroquia de Vilalonga con O Grove, así como al vial secundario que atraviesa el núcleo de Noalla.
La Administración sanxenxina entiende que estos cortes garantizan la seguridad y evitan posibles accidentes. Y es que no hay que olvidar que el viejo cuartel se encuentra a muy pocos metros de la calzada, un hecho que en su momento ya fue motivo de preocupación en el seno de colectivos locales como la Asociación de Veciños San Estevo. Esta organización ha sido una de las más insistentes a la hora de exigir la demolición de las dependencias de la Benemérita, que fueron abandonadas a mediados de la década de los 60.
Cabe recordar que la Administración local llegó a considerar la posibilidad de asumir el derribo, si bien los costes serían derivados al propietario de la parcela. Incluso se llegaron a valorar dos presupuestos diferentes, de 17.000 y 21.000 euros respectivamente. El segundo era más caro porque incluía la retirada de los restos del inmueble.
PATRIMONIO. La demolición del cuartel de la Guardia Civil se proyecto por primera vez hace más de una década. No obstante, la promotora que entonces disponía de esta parcela encargó un estudio a un arquitecto local, de cara a solicitar la catalogación el inmueble como Ben de Interese Cultural (BIC), por las peculiares características que presentaba en su fachada principal.
Tras varios años de tramitación, finalmente la Consellería de Cultura descartó esta posibilidad, lo que ha permitido que el derribo se haga efectivo.
