Los vecinos y turistas de Sanxenxo están más que acostumbrados a la presencia de peregrinos por las calles del Concello, quizás a lo que no estén acostumbrados es a encontrárselos en el agua.
El pasado dos de abril del 2019 el navío pesquero Nuevo Vendaval encontró para su sorpresa un ejemplar de tres metros de largo y 200 kilos de peso de un tiburón peregrino enredado en las redes a poca distancia de la playa de Canelas.
Es de lo más común que los tiburones peregrinos se aproximen a la costa y pese a su imponente tamaño son completamente inofensivos ya que no son carnívoros, si no que se alimenta del fondo vegetal marino.
Tras llamar a los servicios de emergencias para saber como proceder, se llevó al cadáver del tiburón al puerto de Sanxenxo. Una vez se retiró del agua se decidió realizar una necropsia, a cargo de los especialistas de la Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos ya que se tenía duda de
que el ejemplar hubiera muerto al quedar varado, o bien por enfermedad al ingerir plásticos.