Energía fotovoltaica "made in" Sanxenxo

Inelsa, la joya industrial de Nantes ▶ No menos de 80 años han pasado desde que ‘Pepe O Fontaneiro’ recorría Sanxenxo en bicicleta, hasta el grupo empresarial en el que sus hijos, los hermanos Domínguez, han convertido un legado de innovación que ha llegado al parque empresarial en forma de "nave eficiente", y en donde no descartan crecer
Actividad en el interior de la nave de Inelsa en el parque empresarial de Nantes. DP
photo_camera Actividad en el interior de la nave de Inelsa en el parque empresarial de Nantes. DP

El legado de Instalaciones Eléctricas de Sanxenxo (Inelsa) comienza con un visionario que dejó a tres de sus cinco hijos, José Carlos, Manuel y Rafael Domínguez, una herencia material y otra que no se puede palpar: la curiosidad por las cosas, la innovación y el buen hacer. Cuando no menos de 80 años atrás José Domínguez Pombo, padre y semilla de lo que hoy ha llegado a ser el Grupo Hedomin (acrónimo de hermanos Domínguez) recorría Sanxenxo en bicicleta para hacer trabajos de fontanería y electricidad, la energía fotovoltaica era apenas una fábula. Pepe O Fontaneiro, como era conocido, según cuenta Rafael, el menor de los tres hermanos, siempre había sentido una enorme curiosidad por las cosas. Su espíritu innovador, entre otras anécdotas, le había llevado, ya en aquellos tiempos, a investigar formas de hacer un vino Albariño diferente. Y esa curiosidad la transfirió a sus hijos.

Cuando se decidió por el campo de la electricidad y montó una pequeña empresa en la que tenía solo un empleado, no tardó en incorporar a sus hijos, impulsado por el boom del turismo en el municipio, y las crecientes necesidades de la construcción. Su experiencia era su gran valor, y eso no ha cambiado. Aunque Domínguez Pombo ha fallecido hace ya décadas, el aspecto diferenciador de Inelsa sigue siendo que "somos instaladores. Nuestras máquinas son los hombres y las mujeres que trabajan en esta empresa". Esto lo dice su director general, Álvaro Álvarez-Blázquez Fernández, cuando ya han pasado 35 años desde la fundación del grupo, en el que el campo de la energía fotovoltaica supone "el 80% de la facturación", y dentro del cual se integra Inelsa, la empresa de cabecera.

Inelsa, Inelsa Electricidad –dedicada a la ingeniería en España–, sociedades instrumentales en Panamá, Marruecos, y en Chile y México, con una "pequeña operativa propia", son las entidades que están bajo el paraguas de Grupo Hedomin, con presencia en varios lugares del mundo y en todo el Estado, pero sin salir de Sanxenxo. Es concretamente en Aios donde se encuentran las oficinas técnicas y la administración, precisamente en terrenos de la familia, a 100 metros e la casa familiar. "Las instalaciones de Aios, que son las originales, se fueron quedando pequeñas y había que buscar alternativas. El polígono de Nantes, que en su momento estaba paralizado, empezó a revitalizarse. En el momento en el que hubo la constancia y la seguridad de que se iba a dar de alta en cuestión de meses, comenzó a generarse interés, ya que era una necesidad logística de la zona, con una ubicación perfecta. La familia adquirió el terreno con la idea de trasladar aquí la parte de producción y el almacén logístico", explica Álvarez-Blázquez. Desde entonces, la nave de Inelsa en Nantes es un no parar de actividad cada mañana, desde la que todos los días parten furgonetas con material, equipos y personas que se desplazan a trabajar por la zona.

Pero ni esta es una nave cualquiera, ni es el único plan de la familia Domínguez en el parque empresarial de Nantes. Para empezar, la nave es en si misma una pequeña muestra de la apuesta del grupo por la energía renovable y el consumo sostenible. La cima de la estructura, que cuenta con unas dimensiones de aproximadamente 1.800 metros cuadrados, está coronada por varias placas fotovoltaicas que la abastecen, y un lucernario transversal que hizo posible realizar este reportaje sin encender las luces. "El lucernario lo hicimos a propósito para registrar el menor consumo posible, y cambiar la luz eléctrica por la natural en algunas partes del día, incluso en invierno", asegura el director general. Además, la familia ha adquirido más terrenos vinculados al grupo en el parque empresarial de Nantes, pensados para "crecimientos posteriores o para alguna actividad complementaria del grupo", en una clara apuesta por esta localización para continuar la saga Inelsa.

Actualmente la empresa experimenta con un sistema piloto de acumulación de energía para el sector lácteo

INNOVACIÓN. Y es que la palabra innovación no se dice a la ligera en lo que respecta a los Domínguez y a la estructura organizativa del grupo. "Es el ADN de la familia", afirma Álvarez-Blázquez, quien les conoce muy de cerca. Las anécdotas son muchas y muy variadas, pero entre otros símbolos de ese ánimo por cambiar y mejorar las cosas, destacan dos creaciones como la patente de un sistema de farolas para las carreteras urbanas que se desplazan para reducir el impacto en caso de accidente, y de las que existe algún ejemplo en las inmediaciones de O Salnés, hechas por los Domínguez, o un sistema mecánico para la apertura de rozas destinado a la construcción, que evita picar las paredes a mano para instalar cableado.

Pero, entre estas inquietudes, "sin duda el mayor acierto fue ver que la energía solar era el futuro", afirma el director general. "Lo vieron ya en el año 90, en el siglo pasado. Y fueron pioneros en Galicia en instalar plantas fotovoltaicas no solamente aquí, sino en buena parte de España". Tanto es así, que una de las grandes anécdotas en el seno de la familia es que, cuando fueron a dar de alta la primera planta fotovoltaica, que se hizo en Aios, en Industria y Fenosa "no sabían como hacer aquello porque no había experiencia previa. Y ahora vemos el recorrido que ha tenido todo eso hasta ahora". Actualmente, la empresa experimenta con un sistema piloto de acumulación de energía para el sector lácteo.

De hecho, tal y como explica Álvarez-Blázquez, fue precisamente la fotovoltaica "la que ayudó a que esta empresa se fuera desarrollando en años muy críticos, con la crisis de la construcción, la quiebra de Lehman Brothers y todo aquello. La empresa consiguió mantenerse en años difíciles gracias a que se internacionalizó, pero fundamentalmente haciendo plantas fotovoltaicas para grandes constructoras o promotores fotovoltaicos". A pesar de que la pandemia también ha hecho mella en el grupo, en lo que respecta a las actuaciones a nivel internacional, ha sabido adaptarse. "El negocio internacional ha bajado pero lo estamos compensando con el nacional. Antes las grandes fotovoltaicas las hacíamos fuera de España y este año las estamos haciendo aquí. Ahora mismo estamos en cuatro macroproyectos que suponen unos 250 mw en total, además de una planta en Francia y un proyecto pendiente en Chile". Que hacia donde va Inelsa? "Donde haya oportunidades de negocio. Esta industria es cambiante, pero la independencia energética es nuestro futuro"

.Profundas raíces De Sanxenxo para el mundo
En un grupo que ha basado su modelo de negocio en el conocimiento, en "instalar y hacer el ciclo completo", los especialistas «no se crean de un día para otro». Así, para la entidad, que cuenta con entre 80 y 100 trabajadores y trabajadoras, el "compromiso es importante". Por ello, siempre con la vista puesta en sus raíces sanxenxinas, la mayoría del personal es de la zona y "nos gustaría tener al 100% de trabajadores del entorno", en un campo en el que hay demanda de profesionales.

 

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