Un raro día de golf en A Toxa

Las calles del circuito se llenaron de marcas de vehículos que participaron en el rescate de la embarcación

Un golfista soprendido por el incendio. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Un golfista soprendido por el incendio. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El patrón del Boramar trató de acercar el barco hasta una batea para facilitar el desalojo de los pasajeros, pero la situación de pánico que se produjo en el barco hizo que fracasase su intento, ya que muchos optaron por echarse al agua ante el temor que sufrir quemaduras.

El catamarán golpeó contra una batea, que sufrió daños de escasa consideración en una de sus vigas, y acabó a pocos metros de la isla de A Toxa, en su cara más exterior, donde está situado el campo de golf.

Esta incidencia provocó imágenes inéditas, ya que la superficie verde e impoluta sobre la que rueda la pelota no tardó en mostrar las huellas que dejaban los vehículos de los bomberos y de otros cuerpos de seguridad que se desplazaron hasta el punto donde estaba el barco.

La negra y densa columna de humo procedente de este lugar se elevó en el cielo y pudo verse no solo en municipios próximos al de O Grove, como los de Cambados o Vilanova de Arousa, sino que también era visible en otros que se encuentran lejos de la ría de Arousa.

La carretera de acceso a O Grove permaneció cortada por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico para facilitar la entrada y la salida de las 20 ambulancias que participaron en la evacuación de los pasajeros heridos en el accidente.

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