Un esqueleto urbanístico olvidado en pleno centro de Sanxenxo

A punto de cumplirse siete años de la demolición de la histórica discoteca El Quijote, la construcción de las viviendas y la ampliación del callejón entre la avenida Madrid y el Paseo dos Barcos siguen sin hacerse realidad

La lona tan solo cubre una parte de la estructura abandonada. RAFA FARIÑA
photo_camera La lona tan solo cubre una parte de la estructura abandonada. RAFA FARIÑA

El 30 de mayo de 2011, la piqueta daba la puntilla al que en su día fue uno de los locales de referencia de la movida nocturna de Sanxenxo. La demolición de la antigua Discoteca Quijote se acometió para dar paso a la construcción de una decena de viviendas, amén de dos plantas que se utilizarían para acoger establecimientos comerciales. A priori, esta iba a ser una de las grandes actuaciones urbanísticas de aquel año, marcado por la crisis económica. Aunque los trabajos iniciales avanzaron a un ritmo más que aceptable, la obra se paralizó definitivamente hace más de un lustro. Un esqueleto de hormigón afea desde entonces el núcleo urbano de la avenida Madrid. La única actuación acometida recientemente fue la colocación de una lona publicitaria para tapar parte de la infraestructura, trabajos que tuvieron lugar en agosto de 2017.

Los vecinos y comerciantes del entorno no ocultan su resignación cuando se les pregunta por esta obra. "Aquí todo sigue igual, abandonado por completo", señalan. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que en las últimas semanas "se ha visto movimiento en la parcela". Sus esperanzas de que la actuación se retomase afloraron cuando un grupo de personas pasaron revista a la obra. 

No obstante, el propio Ayuntamiento sanxenxino apunta que no ha habido novedades. Nadie se ha interesado por unos terrenos que también pasaron por las manos de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).

Más allá del feísmo que provoca este inmueble a medio construir, lo que de verdad preocupa a los vecinos es la falta de novedades sobre la ampliación del callejón que une la avenida Madrid y el Paseo dos Barcos. En el proyecto inicial se contemplaba aumentar la separación entre ambos márgenes, pasando de 2,5 a seis metros, lo que facilitaría el tránsito de peatones, especialmente durante los meses de verano. A mayores, se instalaría una escalinata, para sustituir las escaleras actuales. No obstante, la paralización de la obra ha provocado el efecto contrario, ya que las vallas instaladas alrededor de la infraestructura han reducido el espacio al máximo. Este hecho provocó que hace unos años un establecimiento hostelero de la zona presentase un escrito en el Concello, advirtiendo sobre los efectos negativos de esta situación para su actividad profesional.

MÁS LIMPIEZA. Otro hecho que preocupa a los vecinos son los problemas de salubridad. Si bien cuando se instaló la lona publicitaria se realizó una limpieza de la parcela, los residentes se quejan de la suciedad acumulada. En su día también se denunció la presencia de animales. 

Por su parte, no hay que olvidar que la Administración local anunció en verano que buscaría fórmulas para tratar de reactivar la mejora del callejón. Una de las posibilidades que se plantearon entonces fue la ejecución del aval correspondiente a esta actuación, si bien esta medida no llegó a hacerse realidad, al menos de momento.

Así las cosas, en la actualidad el número 14 de la avenida Madrid,  escenario de grandes noches de ocio en tiempos pretéritos, continúe siendo sinónimo de feísmo.

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