El desplome de la actividad industrial y comercial provocado por la declaración del estado de alarma y las medidas adoptadas por el Gobierno con la finalidad de frenar la propagación del coronavirus, además de provocar una notable reducción en la emisión de gases de efectos contaminantes a la atmósfera también dio lugar a una estampa inédita: la que ofrecen carreteras y autovías por las que el paso de un vehículo se convierte en todo un acontecimiento.
Es lo que está sucediendo en la Autovía do Salnés, y la reducción del tráfico que registra actualmente también obedece a otra razón: la prohibición de viajar a la segunda residencia, que impidió el tránsito de miles de personas que, de otro modo, hubieran viajado a municipios como O Grove o Sanxenxo aprovechando las vacaciones de la Semana Santa.
La caída del tráfico desde que fue aplicada la limitación, hace tres semanas, se sitúa en un 23,3% con respecto al mismo período del año 2019. La Autovía do Salnés cuenta con siete estaciones en los que se realiza este control. Por la primera de ellas, situada en su punto de partida (Curro), pasaron 5.478 coches, frente a los 23.276 del ejercicio anterior, lo que equivale a una bajada del 23%.
En el punto ubicado en el kilómetro tres, que también se encuentra en Curro, fueron registrados 12.713 vehículos, cuando en 2019 habían sido 50.169, lo que equivale a una caída del 25%, muy similar a la de Meis (13.012 frente a 50.841, un 25,5% menos).
Los datos son prácticamente idénticos en el control ubicado en O Mosteiro, por el que pasaron 13.035, mientras que en 2019 habían sido 50.954 los vehículos que usaron al Autovía do Salnés. El uso de descendió 1,5 puntos en el medidor instalado en Ribadumia, en el que está anotado el paso de 9.708 coches, frente a los 40.439 del año anterior.
A medida que se aproxima a las localidades situadas en el litoral, la caída en el uso de la autovía se suaviza notablemente. Así, por los kilómetros 15 y 17 (Meaño y Sanxenxo) pasaron 9.546 y 9.290, frente a los 45.706 y 40.274 de 2019, lo que equivale a unos porcentajes del 20,8 y 20,9%, respectivamente.
Un empleado de una gasolinera comenta que frente a unos ingresos que alcanzaban habitualmente la cifra de 1.600 euros diarios, ahora oscilan en torno a cien, mientras que el apartado alimenticio, sumado a la venta de otros productos en las tiendas, puede reportar hasta 400. Gasolineras como la situada en la Autovía do Salnés, en Curro, es el lugar donde habitualmente se aprovisionan de pan una parte de los vecinos de este municipio.
Por lo que respecta al precio de los carburantes, el recorte de la actividad industrial tampoco provocó una notable variación. En el mes de marzo se registró un ligero descenso en el precio medio de la gasolina, de un 2,3%, con respecto a enero, mientras que el del gasoil fue más acentuada, el 4%, situándose al mismo precio que el registrado en enero de 2019, mientras que el de la gasolina equivale a marzo del ejercicio anterior.
