Con la inauguración del nuevo cuartel de la Guardia Civil de Cambados en el horizonte –donde el centenar de agentes de la zona tendrán al fin un espacio adecuado para hacer su trabajo–, la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra da a conocer un auto que desvela una de las últimas anécdotas que jalonan la larga historia de la instalación de la villa del Albariño. Ocurrió el 5 de diciembre de 2018, pocas horas después de que el Juzgado de Instrucción 4 de la localidad dictase la medida de prisión preventiva para el protagonista del asunto. El individuo fue conducido, en calidad de preso custodiado, a las dependencias del Instituto Armado de Cambados, donde se le tomó declaración a la espera de ser trasladado al centro penitenciario de A Lama. En ese impás aprovechó un despiste de los guardias para huir.
Los hechos se produjeron después de los agentes permitiesen al ahora condenado realizar una llamada telefónica, en la que contactó con su madre. El contenido de la conversación no trascendió, pero lo cierto es que la señora se personó minutos después en el acuartelamiento cambadés en un persistente estado de excitación. "Empezó a gritar y tuvo que ser atendida por los dos agentes que custodiaban al preso", explica el auto judicial, momento que aprovechó el reo para encaramarse a la ventana del habitáculo en el que se encontraba y evadirse. "Saltó por la ventana y huyó". Su alegría solo duraría cinco días, pues el 10 de diciembre fue detenido y trasladado a prisión.
Un preso es condenado a ocho meses más de cárcel por saltar por la ventana del cuartel de Cambados aprovechando un descuido
Por los hechos, el Juzgado de lo Penal 3 de Pontevedra le impuso ocho meses más de cárcel, al entender que cometió un delito de quebrantamiento de medida cautelar de prisión provisional.
El letrado del investigado alegó en su recurso que su cliente no conocía la medida de prisión sin fianza que pesaba sobre él, argumentos que no convencieron a la Audiencia Provincial.
